¿Los problemas de Guayaquil deberían motivar una carta como la de Madrid?
Políticos locales suscribieron la Carta de Madrid. Algunos firmantes declaran la necesidad de abordar los problemas locales en declaraciones similares
Quién puede estar en desacuerdo con que los países gocen de una mayor democracia, en defender las libertades, la separación de poderes y más. Es en parte lo que proclama la Carta de Madrid firmada por varios políticos y académicos del país y del mundo que provocó el aplauso de unos y el rechazo de otros.
Un camino empedrado en la relación de la Asamblea y Lasso
Leer másPero si de problemas y proclamas hablamos, no solo hay que observar lo que ocurre en otros países, que también es importante para armar una carta similar y hasta más extensa con las falencias locales. Solo Guayaquil merecería una carta con su nombre que hable sobre el combate a la delincuencia, el desempleo, una ágil reactivación económica en medio de la pandemia, la vacunación contra la COVID-19, solucionar el paro parcial del transporte público, solo por citar algunas.
Para la asambleísta y activista social Geraldine Weber, una de las firmantes de la Carta de Madrid, que Guayaquil cuente con un documento así es necesario. “Estoy de acuerdo en que exista no solo una Carta de Guayaquil, sino un movimiento ciudadano que permita darle respuesta a problemas que además nos quitan el sueño, como la salud, la drogadicción, la educación de nuestros hijos... No podemos ser un grupito que toma las decisiones por la ciudad, peor por el país. Es la ciudadanía la que tiene el derecho a ser escuchada”, precisó, al asegurar que respecto a la problemática que vive la ciudad desde hace once días con el transporte público debe resolverse, pero con el diálogo.
La ciudadanía tiene el derecho a ser escuchada. Por lo que estoy de acuerdo con que exista no solo una carta de Guayaquil, sino un movimiento ciudadano que sea consultado para hablar sobre y decidir salud, educación, ideología de género en la educación...
Otro firmante, el exgobernador Pedro Pablo Duart, considera que la creación de este documento es posible. De hecho, ha pensado en crearlo, aunque deja claro que lo importante es que se realicen una serie de acciones. “He visto con bastante preocupación cómo se están invirtiendo los recursos en el Municipio actual, por lo tanto, cabe la idea de crear ese documento, incluso a nivel nacional, pero siempre que se ejecute”, precisa.
En la época de Jaime Nebot, de la que fui parte, se hablaba poco, se gastaba poco, pero se hacía mucho; a diferencia de la actual administración en la que se habla y gasta mucho, pero se hace poco. La carta es viable, pero más aún son las acciones
El exvicepresidente Otto Sonnenholzner y el excandidato presidencial Pedro José Freile, también adherentes a la carta, se declaran sensibles por los problemas locales. El primero asegura que se ha pronunciado y planteado soluciones, por ejemplo, al paro de transporte público en Guayaquil. “Creo que más de un tema de focalización de subsidios es un tema de compensación a los afectados... Dejar de darle a los que más tienen, que en su mayoría recibían los subsidios para darles a los que más necesitan”.
Entiendo y respeto a quienes consideran que algunos de los proponentes de la carta representan oposiciones ideológicas que ni ellos ni yo compartimos. La carta trata de unir esfuerzo entre diferentes visiones para detener el avance de un modelo que afecta esos valores
Nos hemos dirigido a los funcionarios del Gobierno respecto a lo que ofrecimos y estar pendientes de sus acciones. Específicamente de Coca Codo Sinclair para solucionar la erosión del río (Coca). Pendientes de la agenda legislativa en temas laborales
Freile aclara que la carta es un insumo a su gestión política. “Es un tema dentro de nuestro proceso político muy coyuntural que tiene que ver con nuestro proceso y en la búsqueda de aliados frente al Foro de Sao Paulo. No es lo más importante, pero es relevante a largo plazo”.