El caso del cura Tuarez

Nos hemos acostumbrado a no aplicar el control de los derechos para los cargos públicos: hemos tenido que cambiar funcionarios en algunas carteras u órganos de control, o el caso político del Cpccs, presidido por el sacerdote José Tuárez, quien está actuando de forma prepotente y sin fundamentos legales. La preparación profesional, experiencia, objetividad, honestidad e independencia política deberían ser cualidades básicas de quienes estén en cargos políticos. Este consejo ha iniciado funciones decididas entre ellos y con escenarios que denotan inexperiencia y ligereza en sus comentarios exaltados, haciendo temible mantener una institución con poderes concentrados en apenas siete personas. Afortunadamente hay impedimentos legales establecidos por la Corte Constitucional, que no permiten al Cpccs hacer borrón y va de nuevo sobre lo actuado anteriormente. El funcionario presuntamente tiene graves acusaciones: 1) Como cura: la Ley Orgánica del Cpccs prohíbe, en su art. 21 literal 10, que militares, policías y representantes de cultos puedan ejercer como consejeros. El CNE debe dar una explicación sobre la validación de su candidatura. 2) Como político: fue afiliado supuestamente al partido socialista. Una foto en redes sociales muestra a Tuárez en una caminata con partidarios de AP, que sería de una campaña de 2017. Usó el hábito en campañas electorales... No se tuvo prolijidad en escoger a los miembros de los máximos órganos de representación ciudadana. Por el afán de legitimarse y ganar credibilidad de pésimos políticos se crean leyes, sin embargo jurídicamente se puede realizar una reforma.

Robespierre Rivas Ronquillo