Caso Purga: el presidente Daniel Noboa también debería ‘purgar’ sus alianzas

Un replanteamiento necesario. Los casos Metástasis y Purga seguidos por la Fiscalía General del Estado (FGE), además de desvelar la penetración del crimen organizado en el Estado, golpean el ‘pacto de gobernabilidad’ que el Gobierno mantiene con el correísmo y el Partido Social Cristiano (PSC) en la Asamblea Nacional.

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Metástasis, por un lado, recoge las menciones a alias Ruso, identificado por Fiscalía como el exlegislador correísta Ronny Aleaga, en las conversaciones entre Leandro Norero (+) y el prófugo Xavier Jordán. El caso Purga, por otra parte, señala al exasambleísta socialcristiano Pablo Muentes como uno de los presuntos autores del delito de delincuencia organizada.

Pese a que sus aliados se ven salpicados por las actuaciones de sus exlegisladores, la bancada oficialista ADN ha preferido no pronunciarse respecto a si ya es momento de que se replanteen quiénes son sus socios legislativos. De hecho, este Diario intentó comunicarse con los legisladores oficialistas Valentina Centeno, Diego Matovelle y Jonathan Parra, pero no hubo respuesta.

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Adrián Castro, pese a ser el único asambleísta oficialista que respondió a los intentos de contacto de este medio de comunicación, no contestó sobre la necesidad de que su bloque redefina sus alianzas legislativas. En realidad, se limitó a señalar la importancia de apoyar a la fiscal Diana Salazar y destacar que ningún miembro de su bloque ha sido salpicado.

“Si revisamos las votaciones de todas las sesiones, vemos que hay sesiones donde no hay votos y otras en donde la temática a debatir es la que genera consensos. ¿Quién se puede oponer a las 13 leyes que hemos aprobado? Todas son positivas para el país, aquel que se oponga está del lado equivocado de la historia”, fue su único comentario respecto al pacto legislativo.

La pasividad del Gobierno Nacional a través de su bloque legislativo observada en el caso Metástasis y ahora en el caso Purga, según el analista político Giuseppe Cabrera, podría acarrear problemas políticos y electorales a Daniel Noboa. Sobre todo si no mide correctamente los pasos a seguir para evitar que sus aliados legislativos terminen por perjudicar su imagen.

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Desde el ámbito electoral, con sus aliados salpicados, Cabrera sostiene que es necesario que el oficialismo empiece a marcar distancia de los bloques del correísmo y el Partido Social Cristiano (PSC). “No se trata de cerrar la puerta, pero sí de guardar las formas”, matiza y recuerda que lo que han provocado estos casos es adelantar un distanciamiento que llegaría por las presidenciales de 2025.

“Todos (correísmo, PSC y el Gobierno) pondrán sus candidatos”, acota y precisa que, de empezar a darse el distanciamiento, cambiaría el panorama de la posible reelección del presidente Daniel Noboa. “Ya no tendría las facilidades que ha tenido hasta ahora (respecto a la aprobación de proyectos de ley), sino que deberá fortalecerse en territorio”, comenta Cabrera.

Por otro lado, desde el ámbito político, el exlegislador y exministro de Gobierno, Henry Cucalón, señala que el presidente Noboa “no puede ser aliado de la impunidad, sea legislativa a de cualquier tipo”. También sostiene este escenario “es la oportunidad para liderar y desterrar el manoseo político y corrupto de la justicia (que) pretende tener secuestrado a este o cualquier gobierno”.

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Sobre los intereses legítimos que puede tener el Gobierno por impulsar proyectos desde la Asamblea Nacional, Cucalón recuerda que “las alianzas deben enfocarse en el para qué” y que si los partidos o movimientos interesados en aliarse buscan solapar la corrupción o la impunidad, “un gobierno debe ser tajante y frontal en decir no”.

Pese a los retos que hay en estas dos aristas, Cabrera hace hincapié en que “todos los partidos, de alguna manera, están manchados” y que tampoco sería una solución para el Gobierno sumar sus votos con otras bancadas. Sobre todo porque el correísmo y el Partido Social Cristiano son actualmente las bancadas más grandes de la Asamblea Nacional.

Otra de las bancadas numerosas del Legislativo es la de Construye. Misma que, según su asambleísta Nataly Morillo, sigue con la mano extendida hacia el Gobierno del presidente Daniel Noboa: “la única línea roja es la impunidad y la corrupción, así que en el resto el Ejecutivo sabe que puede contar con Construye”.

• “¿Quién le mandó a preguntar?”

EXPRESO intentó contactarse con la ministra de Gobierno, Mónica Palencia, para consultarle sobre cómo los casos Metástasis y Purga reconfiguran sus alianzas políticas en la Asamblea Nacional. Sin embargo, hasta el cierre de esta edición no hay una respuesta.

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Por su parte, el viceministro de Gobierno, el exlegislador socialcristiano Esteban Torres, respondió: “¿Quién le manda a preguntar eso? ¿Sus jefes pelagatos, Pallares y Aguilar? Mándeles saludos de mi parte”. Luego insistió en que primero le respondan la pregunta que hizo.

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