Cómo se cayó la muerte cruzada en cuestión de horas
Era una decisión tomada que sufrió variaciones. Encuestas, informes de inteligencia y opiniones incidieron. La situación política en la región pesó
Jueves 24 de marzo, 17:50. La Asamblea Nacional acababa de rechazar y archivar el proyecto de Ley de Atracción de Inversiones y el presidente Guillermo Lasso tomaba la decisión de acudir a la herramienta constitucional que le faculta disolver al Legislativo, lo que se conoce como muerte cruzada.
Tan decidido estaba que hizo público, a modo de preámbulo, el video en el que acusa de “ladrones y corruptos” a los asambleístas, especialmente a aquellos que le habrían pedido ministerios, empresas eléctricas y hasta dinero en efectivo, a cambio de apoyar la propuesta.
Viernes 25 de marzo, 08:00. La efervescencia va bajando en Carondelet y ya al mediodía prácticamente ha desparecido la posibilidad de llamar a una muerte cruzada. Entonces se empieza a hablar de gobernar por decretos o acudir a una consulta popular.
La Democracia Popular mengua su presencia en el Gobierno
Leer más¿Qué paso en ese tiempo? Versiones hay varias. EXPRESO tuvo información de algunos actores cercanos a este proceso. Se pudo conocer que en ese breve lapso se acudió a la revisión de cifras, informes de inteligencia policial y militar y puntos de vista internos y externos.
La muerte cruzada es un camino riesgoso, pero al mismo tiempo ineludible
Una de las primeras acciones fue hacer sondeos de opinión sobre la popularidad del presidente Guillermo Lasso y la gestión del Gobierno de cara a a un nuevo proceso electoral. Y aunque los números no fueron del todo malos para el Ejecutivo, tampoco suficientes para garantizar que en seis meses, al volver a las urnas, serían totalmente favorables.
Desde inteligencia, en cambio, se analizó cómo se encontraban las organizaciones políticas al momento. Es decir, cuáles no han parado de moverse en territorio y se encuentran más fortalecidas organizacional y electoralmente. Conclusión: el oficialismo no es lo suficientemente fuerte. Punto en contra.
Ese viernes, desde muy temprano, el movimiento en Carondelet fue intenso pero sigiloso. Se conoció que, además de su equipo de trabajo, el presidente se reunió con dirigentes gremiales y delegaciones diplomáticas acreditadas en el país.
Esos encuentros sellaron ‘el retro’ de Lasso a convocar a una muerte cruzada porque algunos lo consideraron un riego demasiado alto, entre otras cosas, por el resurgimiento de gobiernos de tendencia de izquierda en la región, en países como Perú, Chile y probablemente Colombia, que es lo que más preocupa externamente.
Lasso quema las naves y vuelve a nado
Leer másPara el mediodía, desde el Palacio de Gobierno se anunciaba que se habían analizado y agotado todos los escenarios y aunque todavía no se sabía públicamente qué decisión había tomado el Gobierno, adentro todo estaba consumado y se empezó a pensar solamente en la consulta popular y en nuevos acercamientos en la Asamblea.
La consulta popular es el plan B
Aunque para el Gobierno no aparece como la primera opción, una eventual consulta popular se basaría en tres ejes: falta de empleo, inseguridad y reforma política.
Según el ministro de Gobierno, Franscisco Jiménez, en este último tema se podría incluir la bicameralidad de la Asamblea y la figura de una cámara alta y una baja para que funcionen los pesos y contrapesos.
Sin embargo, la prioridad para el Ejecutivo ahora es promover el diálogo con todas las fuerzas sociales y políticas, no solo en el Legislativo.