Quito: Cementerio de San Diego registra poca afluencia de visitantes
Los comerciantes tienen pocas expectativas sobre la afluencia de turistas para los días del feriado que empiezan este jueves 3 de noviembre
Vendedores de flores, comida y velas; pintores y hasta músicos, desfilan por los principales accesos que tiene el cementerio de San Diego en el Centro de Quito, este miércoles 2 de noviembre por el Día de Difuntos. Aunque sí se registra la llegada de personas a visitar a sus seres queridos que allí están sepultados, el panorama no es alentador para quienes más de 20 años se asientan al interior o exterior del panteón.
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Leer másDoña Maryra Aldas desde hace tres décadas comercializa flores naturales a la entrada al cementerio, sostiene que “las ventas están malas”, porque mucha gente aún labora este día y quizá no puedan ir al campo santo, lo que afectaría la comercialización de sus productos. “Se tuvo que haber dado el feriado desde el sábado anterior y finalizar ayer (martes). Ahora el feriado inicia mañana y creo que muy poca gente vendrá”, dice.
Lo mismo ocurre con quienes pintan las tumbas. “El negocio está malo, hay poca gente” exclama Ana Lucia Ibarra. Ella desde pequeña aprendió la actividad, porque sus padres lo hacían. Trabaja juntos a sus hijos y varios compañeros más, cobran desde $ 4,00 hasta los $ 12 por pintar lapidas, cruces o hacer diseños. “Esperamos que con la llegada de la tarde vengan más personas y podamos tener trabajo”, comenta.
En un recorrido realizado por EXPRESO hasta el mediodía de este 2 de noviembre, se registraron pocas personas visitando las tumbas de sus seres queridos. Quienes han llegado, en algunos casos, pidieron permisos en sus trabajos para acompañar a familiares. Como es el caso de la familia de quien en vida fue José Pineda (+), quienes se reunieron para cumplir con una costumbre indígena otavaleña: llevar y compartir comida frente a su tumba.
“Es una costumbre de muchos años. Traemos cocinado lo que sabía comer mi finado padre. Venimos a servirnos con él. Hacemos levantar a todas las almas en este día, que especialmente, todos los difuntos se acercan a nosotros y se sirven con nosotros este bocado” manifiesta Cristina Pineda.
Así también, encontramos a familia enteras que aún lloran la muerte de su ser queridos, algunas víctimas de la pandemia del COVID-19.