El chat versus el dialogo directo

La actual generación anda desapercibida de lo que acontece alrededor de sí y solo tiene ojos y mente para vivir esclavizada al mundo del chat, volviéndola menos afectiva. Es necesario incentivar una comunicación más personalizada, haciéndola reflexionar sobre ello para la obtención de una mejor relación familiar. Muchos en casa están a la espera de una palabra de aliento reforzada con un buen abrazo sea de padres a hijos o viceversa, familiares, o de amigos. Un llamado a la reflexión de cuánto ayuda un mensaje directo, de consuelo al necesitado, al abatido, al desorientado. Enseñemos a los niños a no habituarlos a corta edad al celular sino a ser más afectivos y responsables.

Magdalena Sánchez