Chevron, soberbia del perdedor

La poderosa petrolera Chevron, demandada por los indígenas de la Amazonía ecuatoriana por daño ambiental causado por la labor de la petrolera Chevron-Texaco entre los años 1984 y 1992, fue condenada en sentencia de primera instancia dictada por la Corte Provincial de Sucumbíos, ratificada en segunda y definitiva instancia por la Corte Nacional de Justicia (CNJ), a pagar la suma de $ 9.800 millones que serán destinados a la reparación de la cultura, ambiente, salud y vida de los pueblos de las provincias de Orellana y Sucumbíos, que tienen alrededor de 30.000 habitantes afectados. Sin embargo, la transnacional demandada, renuente a cumplir un fallo de la justicia que había causado ejecutoria, interpuso acción de protección ante la Corte Constitucional (CC), la cual tomándose su tiempo, finalmente en un fallo de más de cien páginas -según relata un diario nacional-, desechó el recurso interpuesto declarando que no ha existido vulneración de derechos constitucionales contra la transnacional, como esta afirmara; en consecuencia, tendrá que ejecutarse el fallo.

“Es un triunfo del país, es un triunfo del mundo entero, los colectivos que luchamos por un ambiente sano”, celebró Pablo Fajardo, el abogado que presentó la demanda y que lleva varios años litigando contra la poderosa petrolera. Pero admitió que el litigio seguirá en instancias internacionales, pues según dijo, “nos queda seguir batallando en las cortes canadienses, donde seguimos la demanda para que Chevron pague la sentencia”.

La reacción de la petrolera consta en las palabras de James Craig, asesor de comunicación de la empresa, que muy suelto de huesos calificó el fallo de la CC “como consistente con el patrón de denegación de justicia, fraude y corrupción contra Chevron en Ecuador”. Poco después, una corte de Nueva York suspendió a Steven Donziger, abogado de los amazónicos, por “mala conducta profesional”. ¿Será que defender a los salvajes indígenas amazónicos contra los civilizados depredadores de las petroleras se ha convertido en un comportamiento reprobable para los jueces de Nueva York? Nueva York, la grande, la capital del mundo, por lo menos se merecía jueces más ecuménicos. Chevron tendrá que pagar.