Militares. Unos mil uniformados fueron desplazados a Morona, tras el enfrentamiento con los indígenas shuar.

China vigila la protesta indigena en proyecto minero

Los indígenas y su dirigencia están preocupados por la militarización del territorio shuar. Y el Gobierno de China, por las inversiones de sus empresas en la zona de conflicto.

La preocupación se extiende. Los indígenas y su dirigencia están preocupados por la militarización del territorio shuar. Y el Gobierno de China, por las inversiones de sus empresas en la zona de conflicto.

El miércoles, un enfrentamiento entre comuneros y uniformados acabó con la vida de un policía y dejó a otros siete agentes heridos. Del lado de los manifestantes hay, al menos, dos heridos más.

Ayer, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Geng Shuang, explicó en una rueda de prensa que el Ejecutivo del gigante asiático está “sumamente preocupado” por los hechos ocurridos en Morona Santiago y expresó su “agradecimiento” por las “acciones inmediatas” del Gobierno ecuatoriano para “controlar la situación”. Añadió que China y Ecuador “mantienen comunicaciones” acerca de la situación.

En el último ataque, un grupo de personas, aparentemente indígenas shuar, atacaron las instalaciones de la empresa minera china Explorcobres S. A. (ECSA), según la versión oficial. La dirigencia indígena sostiene que los pobladores nativos solo se defendieron. Fue en el campamento Panantza-San Carlos, en la comunidad de Nankints.

El Gobierno reaccionó decretando el estado de excepción en la zona y con un amplio despliegue militar y policial: al menos mil uniformados fueron movilizados, así como una gran cantidad de vehículos blindados.

Según Diego Fuentes, ministro del Interior, el operativo tiene como objetivo identificar y aprehender a los responsables de los eventos. Adelantó que ellos tendrán que responder judicialmente por el fallecimiento de un policía. EFE/IGF