Los cholos, una etnia que persigue su inclusion
400 representantes de la organización de pueblos se reunieron para ser nombrados en la Constitución.
Con rituales ancestrales, bailes folclóricos, sahumerios y otras actividades culturales, los representantes del pueblo cholo del Ecuador llegaron hasta el salón Los Montoneros, de Ciudad Alfaro, en Montecristi, con la intención de fortalecer la unidad e identidad cultural.
Al evento, que se desarrolló de 09:00 a 15:00 el pasado sábado, acudieron historiadores e investigadores de la identidad de los cholos, autoridades gubernamentales y asambleístas manabitas, quienes se comprometieron a llevar a la Asamblea el manifiesto de estas organizaciones para su reconocimiento en la Constitución ecuatoriana.
Esta fue la quinta convención nacional y definitiva, donde se realizó un compromiso oficial para cristalizar sus aspiraciones.
Eugenio Coronado Reyes, de la comuna El Atravesado (Libertador Bolívar) en Santa Elena, quien llevó a cabo el ritual del canto con caracol (churo) y el sahumerio con palo santo, manifestó que el humo y el sonido de este material marino fueron utilizados por sus antepasados para alertar de cualquier peligro al hombre del mar y del campo; además, para ubicar y reunir a todas las culturas cercanas que se asentaron a la orilla de la playa.
En la actualidad algunas regiones del país utilizan este churo para convocar a reuniones a los habitantes de las caletas de pescadores y se busca que muchos ya no sientan vergüenza de sus raíces ni de su ascendencia. “En este ritual se busca fortalecer más los lazos del cholo ecuatoriano”, indicó Coronado.
En la ceremonia se entrelazaron cintas de colores verde, amarillo, rojo y negro. Después fueron cortadas a una misma altura y colocadas en las manos de los representantes de la lucha por la etnia chola.
El amarillo representa la riqueza y sabiduría del pescador, el rojo es la valentía y el coraje del hombre en el mar, el negro simboliza las debilidades del ser humano y el verde es la alfombra de la madre naturaleza y la esperanza de las luchas con los fuertes vientos que los cobijan a todos. “En estos colores están la fortaleza y la debilidad del cholo”, enfatizó el maestro de ceremonias.
La historiadora manabita Libertad Regalado, en uno de sus escritos enviados a la Federación Nacional del Pueblo Cholo del Ecuador, precisa que el uso peyorativo de términos como mestizo, cholo, longo, negro, mulato, zambo, indio para referirse a las personas tratando de minimizarlas, no solo se evidenció en la Colonia, sino que aún pasa en nuestros días. “Por eso es importante rescatar los movimientos que han venido surgiendo en el Ecuador, para reconocerlos como etnias”, manifestó Regalado.
Según la investigadora, a quienes viven del mar y el manglar y de actividades como la pesca, el comercio, la navegación, artesanías derivadas de la mocora, de la paja toquilla, tagua, concha, marfil y palo de balsa, la Constitución los ha dejado fuera de un acertado reconocimiento.
Además, la historiadora alega que este pueblo que se alimenta del producto del mar, que respira a diario salinidad, que mira el horizonte y sueña con devorarse las millas del inmenso océano y cuyos habitantes toda su vida han sido reconocidos como ‘pata salada’ por andar sin zapatos sobre la arena salobre empujando pangas, merecen por historia ser reconocidos como cholos.
Joselías Sánchez también agregó que en 2010 la Unesco declaró al tejido de la paja toquilla como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
José Loor, escultor e historiador, recordó que el cholo tiene otra fecha reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial del Ecuador, correspondiente a las fiestas de San Pedro y San Pablo, en el mes de junio.
“Al cholo es fácil identificarlo”
El historiador del pueblo cholo del Ecuador y excatedrático universitario Joselías Sánchez Ramos indicó que la identidad es el resultado de la relación de una persona con el entorno social y que el pueblo cholo tiene características que son fáciles de identificar. Una de ellas es el tono de su piel, diferente al del afroecuatoriano, el montuvio y el pueblo indígena. Su color es visible. Su estatura es pequeña.
“El cholo tiene nariz aguileña, sus ojos son medio rasgados producto de una genética, porque es originario de la Polinesia y porque los pueblos que viven junto al mar son pescadores navegantes y tienen que cerrar sus vistas”.
El investigador agrega que los cholos son fornidos, por el trabajo que realizan en el mar, pero no musculosos.
“Ellos para jalar la red se estiran para atrás y ese efecto les impide que sean musculosos, pero sí son fornidos. En el mar son navegantes y pescadores, convirtieron a Manta en la capital del atún, son navegantes de la balsa manteña y su historia. También son agricultores y comerciantes”, detalló Sánchez. (F)