Cientos de jóvenes se acuartelan en Guayaquil para “honrar a la patria”
Primer acuartelamiento tras la pandemia demuestra gran acogida
Si bien el evento iniciaba a las 07:00, los interesados llegaron desde antes. Carlos Quezada, uno de los encargados del evento en la Base de Movilización Occidental, en la Atarazana, comentó: “Están desde las 03:00, durmieron afuera incluso teniendo cupo”. Marcos López, de 19 años, llegó sin acompañantes a las 14:00 y apenas conformó la zona de “declarados aptos”, aprovechó para hacer amigos.
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Leer másTras pasar la revisión de pertenencias en el pasillo de afuera, los jóvenes entraban a la base para cumplir con pruebas del VIH, tests psicológicos, controles dentales, pruebas médicas y de sangre, tomándose de 2 a 3 horas.
Carlos Tumbaco y Gabriel Changó llegaron a las 05:00. Ambos planean seguir la carrera de militar. Sin embargo, fueron dirigidos al baño para quitarse los brackets, los mismos que consiguieron hace no más de 3 meses. A ellos no les molestó porque el orgullo de “estar aquí” fue superior.
Para jóvenes como Rubén Zambrano, lo “militar está en la sangre”, pues su padre y dos hermanos ya participaron en acuartelamientos pasados mientras que sus 2 hermanas contemplan enrolarse en agosto. Una de las dificultades con las que se encontró fue la prueba PCR, ya que se vio obligado a hacerla en Durán.
Para Jhair Jurado, el mayor desafío que enfrentó fue convencer a sus padres, quiénes no sabían “de donde salió la idea” del acuartelamiento. Él, que tenía pensado ser militar desde los 12 años, admite que le encantaría llegar a ser parte de la Fuerza Aérea.
Dentro del centro, se veían a muchos varones con maletas y bolsos, por lo que el uso de cajas llamó la atención. Nick Hidalgo, que llegó a las 07:00 desde Manta, compartió que su abuelo le cedió la caja porque "en el acuartelamiento se pierden cosas".
Por otro lado, "hubo mucho rechazo", comentaba un oficial. Entre los no aptos, están Erick y Christofer, a quiénes, tras el control dental, les dijeron que estaban "negados" por sus caries. También está el caso de Rudy Macías, quién viajó toda la madrugada desde Chanduy y llegó a las 05:00. Él, que está solo con su tía, fue apartado por usar lentes.
A las afueras del centro, la realidad era agitada: el carril de afuera tuvo que cerrarse mientras padres y madres se agrupaban para despedir a sus hijos. Gloria Ávila, madre de familia, reveló que, aunque no le gusta que su hijo "sirva a la patria", lo acompañó desde las 07:00 sin comer. Entre lágrimas, le deseó suerte y aseguró apoyarlo siempre. Su preocupación es la crisis de inseguridad que el país atraviesa. Ante esta problemática, el Cap. Armando Quiroz comentó: “toda crisis trae consigo una oportunidad de vida”.
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Leer másLos jóvenes llegaron durante todo el día a pesar del hambre, calor y lluvia. Al mediodía, ya se escuchaban frases como "demuestre, demuestre” y "no se asusten de la lluvia que donde vamos llueve cada día”. Entre chistes, conversaciones y llamadas a retirar el almuerzo, militares y jóvenes empezaban a conocerse y prepararse para viajar a Shushufindi, donde salía la primera tanda.
Se espera que este 26 de marzo la acogida, que empieza a las 07:00 y dura hasta las 18:00, sea igual de prometedora.