
Cierra el Blanquita, desde donde JJ cautivo a Mexico
El escenario que a enero del 2008 evidenciaba la plaza Aquiles Serdán, en el Centro Histórico de Ciudad de México, cambió muy poco en siete años. Ahí, cerca de 200 indigentes “duermen y hacen ahí todo tipo de necesidades, por lo que en el ambiente se percibe un olor fétido y abundan los remolinos de moscas”, eso describía hace poco el diario El Universal de la capital mexicana. Una nota periodística que mencionaba que en algo tiene que ver la decadencia en la que ha caído el Teatro Blanquita, considerado la ‘catedral del espectáculo’. Un escenario que en México es considerado toda una leyenda, cuya magnificencia alcanza en algo a los ecuatorianos: desde ahí el guayaquileño Julio Jaramillo cautivó a todo este país centroamericano. El Mercurio menciona que el Blanquita permanece cerrado desde octubre pasado, a la espera de una resolución: su venta, reapertura a cargo de otra administración o demolición para construir departamentos, estacionamientos o quizá un centro comercial. Jaramillo residió en dos momentos y por largas temporadas en México: 1959 y 1973. De esos días Luis Chim González, quien laboró como tramoyista en el teatro, le reconoció a EXPRESO en enero de 2009, que Julio llenaba cada noche ese escenario, con capacidad para 2.244 localidades. “Sería una pena para México que esa sala desaparezca”, dice el historiador Marcos Medina Ron. “Pero también para Ecuador, por lo que esa sala significó para nuestro gran artista”. César Augusto Montalvo, el cantante ecuatoriano, constató en su momento la fama de JJ. “En uno de los años en los que estuve en México, hasta evidencié el tipo de persona que era Julio”. En una de sus estadías, Montalvo pasó por una urgencia económica: se le caducó el pasaje de avión con el que debía regresar a Ecuador. “No tenía previsto eso y como ya tenía decidido volver al país, me gasté lo último que tenía en implementos para mis estudios de arquitecto. Al llegar a actualizar el boleto me dijeron que tenía que comprar otro”. Eran 400 dólares que no tenía. La casualidad quiso que otro ecuatoriano lo reconociera y le hablase a Jaramillo de su situación. Al día siguiente tuvo el dinero que le faltaba. “Te lo manda Julio”, le dijeron. Se asegura que el Blanquita será demolido y en su lugar se construirá un centro comercial. México se quedará sin su histórico escenario y Ecuador sin el referente del éxito de Julio Jaramillo en ese país.