El cirujano que trata el cancer avanzado
Al consultorio del doctor Raúl Oleas llegan pacientes con cáncer avanzado, aquellos a quienes otros médicos no les daban esperanza, por no contar con todas las herramientas de la oncología moderna. Los enfermos descubren allí que tienen mucho por vivir. Y es que el hecho de que el cáncer haya tomado otros órganos (metástasis o invasiones regionales) hoy no es percibido como una sentencia de muerte.
“Muchas veces los pacientes fallecen por no haber podido acceder y utilizar toda la estructura que la medicina moderna ofrece”, explica este profesional que nació en Riobamba, creció en Guayaquil y que hoy tiene su centro de operaciones en hospitales privados de Quito y Guayaquil.
Pone ejemplos sencillos para indicar lo que es posible: un cáncer de seno, de pulmón, de estómago, de colon o de ovario, es susceptible de ser tratado a pesar de que esté diseminado, gracias a la combinación de estrategias, que, basadas en cirugía, incluyen nuevas drogas biológicas así como técnicas de radioterapia con nuevos equipos. “Hay otro tipo de metástasis como las que invaden los huesos, que todavía son un problema. No se pueden operar, pero se pueden tratar con medicamentos modernos”. Por el contrario, se logran mejores resultados y logran doblarse o triplicarse el tiempo y la calidad de las sobrevidas de los pacientes gracias al control de las metástasis localizadas en vísceras como hígado y pulmón.
No solo esta es su especialidad. También realiza trasplantes de hígado con donantes vivos, a fin de vencer el gran problema de obtener suficientes donantes con muerte cerebral. En esta línea, en el caso de un niño con enfermedad maligna avanzada se le puede ofrecer un trasplante de un segmento del hígado de un familiar. Esto ya está implementado hace más de 20 años en el mundo. Para el caso de adultos con cáncer o con cirrosis en fase aguda, se entrenó en Corea del Sur en el mejor hospital del mundo en esta rama (el Asan Center), en la técnica del donante vivo para adultos, tomando para trasplantar la mitad del órgano de un donante familiar.
Raúl Oleas se especializó en París por 7 años y luego gran parte de su trayectoria la desempeñó en Brasil, donde fue docente y jefe de los departamentos de Oncología de hospitales privados de Belo Horizonte y Juiz de Fora.
Regresó a Ecuador a finales de 2009 para asumir la Dirección Nacional del Programa de Atención a las Enfermedades Catastróficas, y tres años más tarde recibió uno de sus más grandes reconocimientos internacionales. Esto ocurrió en China, cuando fue invitado por el profesor francés Henri Bismuth, padre de la cirugía del hígado y maestro de los mejores cirujanos hepatobiliares del mundo, a unirse al selecto grupo de los “Hepatobiliary Companions”, en Pekín. Se convirtió en el primer médico ecuatoriano en ser nombrado. Y hoy, en Ecuador, es quien da a los pacientes con cáncer avanzado esas opciones de vida que ofrece la medicina moderna.