Una ciudad dentro de otra
La Alborada es la ciudadela con mayor índice poblacional en Guayaquil. Sus habitantes ya no sienten la necesidad de salir de ella. Es el centro del norte.
Una ciudadela que lo tiene todo. Martha González vive desde hace 16 años en la III etapa de la Alborada y asegura que desde que se mudó su vida siempre ha girado en torno a ese lugar. Con el pasar de los años la necesidad de satisfacer los servicios básicos de los norteños fue ubicando a más instituciones en la zona, lo que a su vez le permitió a los habitantes de esta ciudadela transportarse de un sitio a otro en pocos minutos.
“Antes de jubilarme trabajaba en el centro y ahí sí debía salir a más lugares, especialmente para hacer compras o pagar servicios. Ahora es distinto, todo lo tenemos aquí. Es el nuevo centro”, recalca González.
Con 14 etapas, la Alborada es la ciudadela con mayor densidad poblacional de la ciudad, con aproximadamente 300.000 habitantes, según la proyección de crecimiento. Tiene miles de locales comerciales, bancos, farmacias, escuelas, colegios, clínicas, centros comerciales, hoteles, supermercados, sala de velaciones y más. Una ciudad dentro de Guayaquil.
Julio Mendoza, morador de la I etapa, piensa igual que González. Él llegó hace dos décadas y comenta que incluso sus familiares y amigos llegan hasta la ciudadela para comprar, pagar servicios básicos, ir a misa o visitar un centro comercial. “Mi familia vive en Sauces 8, pero todo lo realizan acá. Van a la iglesia de la Alborada, al comisariato, compran comida. Casualmente todo lo necesario está en un mismo sector. Es el centro del norte”, dice.
Para el arquitecto Carlos Jiménez, la Alborada es el modelo de ciudadela que debió predominar en Guayaquil. “Conceptualmente una ciudad debe tener varios centros, con varias periferias. Alrededor de estos centros debe girar la economía y por ende se debe tener cobertura de todos los servicios, además de oferta comercial variada y eso es algo que diferencia a la Alborada de las otras conocidas ciudadelas. Necesitamos tener más Alboradas”, enfatiza el experto.
Lisbeth Mena, máster en Ciudad y Arquitectura Sostenible, coincide con él. Mena explica que la Alborada tiene mixtura de usos de suelo, es decir, no hay un tipo de comercio o vivienda concentrado en determinadas calles, sino que -al contrario- todos los servicios están distribuidos.
“El diseño, su ubicación y sobre todo sus habitantes tuvieron mucho que ver en el tema. Los comerciantes vieron oportunidad de mercado y se tomaron las principales avenidas. En sí, los ciudadanos trabajaron para su bienestar y a las autoridades no les quedó más que normar sobre lo ya establecido”, menciona.
Ambos creen que hay otras ciudadelas como Sauces y las urbanizaciones en la vía a Daule y Samborondón que han intentado mantener las características de la Alborada, pero que no han tenido resultados satisfactorios.
VOCES
Flor Gilses, moradora de la Alborada
Aquí hay hasta lo que no se imagina. Oficina de correos, heladerías, cafeterías, todo. Solo salimos cuando queremos ir a comprar a la bahía o al malecón. Es como un nuevo centro.
Germán Hidalgo, residente de la VI etapa de la Alborada
Esta es una ciudadela que ha crecido bastante. Yo vivo hace 30 años en la sexta etapa y la construcción del City Mall me da la facilidad de hacer todo en un mismo sitio. Ahí hay restaurantes, supermercado, todo.
Jenny Sellán, hace sus compras en la Alborada
Todo está bonito porque por aquí está cerquita. Salimos, caminamos un poco y ya está. No tenemos por qué ir a otro lado. Tenemos el banco y oficinas de pagos de servicios sin tanto trajín.
Datos
La Historia
La Alborada fue construida a partir de 1975 en parte de los terrenos de una hacienda de propiedad de Guillermo Pareja Rolando. Nació como una solución habitacional para la clase media.
La conexión
Aparte de ser el casco comercial y principal del norte de Guayaquil, la Alborada y sus 14 etapas están directamente conectadas con -al menos- otras siete ciudadelas.
La movilidad
Por la principal de la Alborada pasan una decena de buses, pero los expertos recomiendan que por la cercanía entre servicios es mejor que se use un transporte alternativo, como la bicicleta.