La ciudad tiene huecos que atrapan vehiculos
El buen estado de la calzada de hormigón motivó que el taxista Jesús Troya maneje confiado por las calles 29 y la I. Pero no había transcurrido ni un minuto cuando el conductor sintió un remezón y el vehículo dejó de rodar.
El buen estado de la calzada de hormigón motivó que el taxista Jesús Troya maneje confiado por las calles 29 y la I. Pero no había transcurrido ni un minuto cuando el conductor sintió un remezón y el vehículo dejó de rodar.
Eran las 11:00 del sábado cuando el auto quedó atrapado en un hueco, donde faltaba una tapa que aparentemente ‘olvidó’ colocar alguna entidad responsable de servicios básicos.
Transeúntes ayudaron a retirar al automotor de la trampa. El resultado: un aro doblado y afectación en la mascarilla.
“¿Y ahora quién paga por los daños?”, cuestionó Troya. El chofer tenía la respuesta: “Tengo que asumirlo, ninguna autoridad se hará responsable”.
Para los vecinos no es novedad lo que le sucedió a Troya. Aseguran que son continuos los vehículos que son víctimas de la trampa.
Además del ‘olvido’ o robo de tapas, los conductores continúan padeciendo del deterioro de las calles, producto del fuerte temporal.
Con la reparación del puente de Las Esclusas, a inicios de mayo, se intervino parte de la calzada deteriorada de la avenida 25 de Julio.
Sin embargo, los problemas por el mal estado de la vía no terminan, específicamente desde la avenida Vicente Trujillo hasta la altura del hospital del Seguro Social.
El conductor Álex Loja manifestó que en ese tramo están obligados a frenar ante los continuos baches, suficiente para que un golpe brusco afecte el tren delantero de algún automotor. La reparación supera los 500 dólares.
Uno de los sectores cercanos a la 25 de Julio es la ciudadela Coviem, donde los habitantes dicen que la obra pública no llega desde hace algunos años. Los buses y autos particulares deben sortear los huecos.
De la afectación de la calzada tampoco se salva la avenida Portete, desde Coronel hasta Machala. La arteria es parte del primer corredor de buses urbanos (Suburbio-Centro), poniendo en riesgo a dichas unidades.
Tampoco se salva Urdesa Central. Un ejemplo es Guayacanes, donde cada vez son más notorios los huecos.
A los conductores solo les tocará esperar a que el Municipio de Guayaquil cumpla con la reparación de las vías, pues como publicó Diario EXPRESO el pasado 1 de abril, no hay una ordenanza relacionada a una indemnización por afectación en vehículos producto de alguna obra pública o por el mal estado de vías.
No se cumple con el beneficio, pese a que el artículo 53 de la Constitución garantiza ese derecho. Lo contrario ocurre en Quito, en donde se aplica una póliza denominada Responsabilidad Civil.
Por lo pronto, el Cabildo porteño ejecuta trabajos de bacheo de menor consideración, hasta que deje de llover y desarrollar un plan más amplio.