Claudia Salem, de 37 años, es licenciada en Filosofía y artesana en huertos y viveros.

Claudia Salem: “Todos tenemos que florecer”

Nuestra invitada es la fundadora de YoSiembro. Una mujer que decidió abrazarse en la maternidad eterna que representa la naturaleza y todas las conexiones afectivas que con ello salen a la luz.

Claudia Salem es la fundadora de YoSiembro. Una mujer que decidió abrazarse en la maternidad eterna que representa la naturaleza y todas las conexiones afectivas que con ello salen a la luz.

Ama trabajar la tierra, fecunda y fértil como sus sueños. Una aventura que disfruta junto a sus pequeños hijos, quienes aprenden a sembrar, hacer huertos y comer sano.

¿Qué se necesita para empezar a sembrar?

Lo primero, ensuciarte las manos, meterlas en la tierra, sentir esa unión. Porque no solo es un tema de ensuciarse como tal, sino de superación personal. Cuando pones la primera semilla, puedes pensar que estás sembrando tomates, pero lo que estás sembrando es autoestima y disciplina.

Claudia es una joven mujer que llama la atención por su manera de ver la vida. Sin poses de ninguna clase, con su lenguaje construye frases que irradian optimismo. Tiene tres hijos: Otto de ocho, Claudia de siete y Micaela de un año. Ha realizado un libro y comparte su aventura así: “Mi idea de hacer un libro empezó a hacerse realidad cuando fui a la librería Vida Nueva y, al ver a Margarita Barriga de Baquerizo, la dueña, sin conocerla me atreví a decirle con entusiasmo que anhelaba hacer un texto sobre la historia del chocolate. Ella, que es tan gentil, me invitó a un café y charlamos al respecto. El cuento nació después de tres meses. Yo lo produje, ella lo escribió y su nieta lo ilustró”.

¿Por qué un libro sobre el chocolate?

Porque es preciso que nuestros niños sepan que el chocolate viene de una planta y esta de una semilla que es producto de una siembra, que tiene identidad ecuatoriana y un peso cultural nuestro.

Bueno, uno siempre sueña con escribir un libro...

No siempre me ha funcionado así. Por ejemplo, nunca soñé en casarme, y menos aún soñar con detalles de la boda. Por eso, cuando se empezó a planificar mi boda me preguntaban qué colores deseaba o de qué forma quería tal cosa. ¡Pero yo no había soñado nada de eso! Solamente quería que los invitados vayan a la misa, bailen y se diviertan. Al final, todo salió bien. Y ya cumplí 10 años de casada.

¿Cuáles eran tus sueños?

Anhelaba ser geóloga y vivir en una camaronera. Pensaba en si era posible trabajar en creatividad como en Walt Disney, Pixar. Así de mezclados y aventureros eran mis sueños.

¿Qué haces ahora?

Sigo siendo muy aplicada y buena hacedora de tareas. Estoy trabajando en temas de educación, en una metodología con un docente superconocido y dedicado.

¿Y las lecciones de los padres?

Papá me decía todas las mañanas: Tu único deber es la superación personal. Aprendí que la mejor enseñanza es el ejemplo. Espero transmitirles a mis hijos la misma sensación de gratitud que siento ante cada oportunidad y por la capacidad que tengo de convertirme en un mejor ser humano cada día. Mi madre es un mundo de generosidad. Ser mamá te convierte en un ser humano maduro, porque te das cuenta de que la maternidad es un acto de reproducción, literalmente hablando, en el que tú puedes ver fuera de ti algo que sientes muy tuyo, y que lo conectas con el mundo. Por eso considero que uno de los grandes retos es conectarnos con el mundo. Estamos enrumbados en una evolución tan artificial.

¿Por qué?

Estamos desconectados con nuestra esencia, de lo que nos mantiene sanos. El ser humano es el único animal que destruye su hábitat; sin embargo, es el único animal que tiene creatividad para hacer cosas fuera de su formación genética. Por ejemplo, el pajarito nace con la formación genética para construir el mismo nido en el mismo espacio; mientras que el hombre es capaz de evolucionar, de soñar y crear algo que aún no existe.

Las modas nos arrastran a todos a desapegarnos de lo sano. La gente prefiere estar conectada al celular en lugar de disfrutar, por ejemplo, del silencio. Nuestro proyecto de plan escolar trata de conectar a niños y maestros con herramientas naturales como el sembrío. Siempre digo que todos somos semillas, y así comienzan mis charlas con los profesores.

¿Fundaste YoSiembro con ese propósito?

Todos tenemos que florecer y ofrecer. Necesitamos crear herramientas didácticas para fortalecer, dar abonos a estas flores que son los educadores. Necesitamos sembrar policultivos. En el sentido amplio de la palabra, todos estamos conectados con el ecosistema.

¿Cómo festejarás hoy el Día de la Madre?

No planifico ni espero regalos. Nos regalamos experiencias, no cosas. Me propuse que yo quería aprender a disfrutar de las cosas naturales, y la vida te sorprende cuando te dejas sorprender.

¿No hablamos de tu esposo?

(Se sonríe) No, y ojalá tampoco hubiésemos hablado de mí. Hubiese querido que se reciba este espacio para fortalecer la causa que significa la responsabilidad fecunda de cocrear con la naturaleza un mundo mejor.

Personal

- Edad: 37 años.

- Estudios: Licenciada en Filosofía. Artesana en huertos y viveros.

- Casada con: Otto Sonnenholzner, vicepresidente de Ecuador.

- Hijos: Otto Claudia y Micaela.