Colegiales llevan alegria a ninos de Solca
Los globos de colores, la música, los caramelos, los regalos y el show de las mamanuelas hicieron olvidar, por unos momentos, la tristeza y el dolor que a diario sienten estos pequeños, que en unos casos reciben tratamiento ambulatorio y, en otros, es
Un espacio del hospital de la Sociedad de Lucha Contra el Cáncer (Solca) se transformó en un sitio de diversión y entretenimiento. Allí, más de 200 niños que padecen de esta enfermedad participaron ayer de una fiesta navideña organizada por un grupo de estudiantes de la Unidad Educativa Santa Luisa de Marillac, de la Junta de Beneficencia de Guayaquil.
Los globos de colores, la música, los caramelos, los regalos y el show de las mamanuelas hicieron olvidar, por unos momentos, la tristeza y el dolor que a diario sienten estos pequeños, que en unos casos reciben tratamiento ambulatorio y, en otros, están internados a consecuencia del cáncer.
Jerson, de 8 años, bailó sin parar al son del rock y merengue. Su madre, Delia, estuvo junto a él muy contenta y sonriente al ver que su hijo se divertía y dejaba a un lado la tristeza y cansancio que, hasta horas antes tenía, producto de la quimioterapia a la cual fue sometida el día anterior.
Una masa tumoral en uno de sus ojos lo obliga a acudir dos veces al mes a un tratamiento en esta entidad.
“Me gusta ver alegre a mi hijo”, dijo Delia con voz entrecortada, mientras aplaudía cada uno de los movimientos rítmicos que realizaba su pequeño.
En el mismo lugar estaba Neiby, de 8 años, que aplaudía sin parar los chistes de las estudiantes que vestían trajes de mamanuelas. Ella reía a cada momento, tratando de olvidar el cáncer de cerebro que padece desde hace tres años.
Su madre Cecibel estuvo siempre junto a la menor compartiendo su alegría momentánea producto de la festividad. “Me gusta estar siempre al lado de ella, ya sea en las buenas y en las malas”, dijo.
Mensajes de paz y amor a través de canciones navideñas transmitieron las alumnas del coro del Santa Luisa de Marillac, en un acto de solidaridad.
El espectáculo y la diversión no pararon hasta que llegó el momento de repartir los caramelos y juguetes que las colegialas habían conseguido gracias a las donaciones de sus compañeros, padres de familia y de la Junta de Beneficencia.
El agasajo navideño se realiza por tercer año consecutivo, informó la rectora del plantel, Lupe Garay.