Los colegios Balandra y Vergeles también son clausurados por dar clases presenciales

El Municipio de Guayaquil confirmó este martes 25 de enero la clausura de los colegios Balandra Cruz del Sur (particular) y Vergeles (público), por no acatar la resolución del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal, de suspender las clases presenciales en la ciudad por 30 días. 

Los dos planteles se suman a los tres clausurados en la víspera por el mismo motivo: Guayaquil, Simón Bolívar y Presidente Velasco Ibarra, los cuales previamente fueron visitados por la ministra de Educación, María Brown, quien en cambio acudió a inspeccionar el retorno a las clases presenciales voluntarias dispuesto el domingo por el COE nacional y esa cartera de Estado.

En el caso del Balandra, según una madre de familia, no había más de 35 alumnos dentro del establecimiento al momento de la intervención municipal. Otros no alcanzaron a entrar, dado que estaba previsto una asistencia por grupos y horarios, como parte de las medidas de bioseguridad.

Las autoridades del Gobierno central y de la ciudad tienen decisiones opuestas sobre la reanudación o no de las clases presenciales voluntarias en Guayaquil, sustentadas también en evaluaciones diferentes sobre la situación epidemiológica de la urbe por el brote de COVID-19.

No obstante, el COE Nacional y el Ministerio de Educación le han recordado al Municipio porteño que son ellos quienes tienen la competencia exclusiva sobre el tema de la educación y las clases, conforme lo señala la Constitución. Así también lo han reiterado constitucionalistas. El COE cantonal alega la situación sanitaria y el afán de proteger a niños y adolescentes de posibles contagios y hospitalización por COVID-19.

Sin embargo, el Municipio porteño ha realizado las clausuras que son por un mes e incluyen una multa de siete salarios básicos unificados. Ayer, la oficina local de Educación indicó que estudian las acciones que tomarán ante esta situación.