El asbesto es un mineral de múltiples usos industriales.

Colombia prohibe el asbesto, en Ecuador aun se lo piensa

La OMS incluyó al asbesto como un elemento cancerígeno por su incidencia en el cáncer de pulmón, laringe y otras patologías en el sistema respiratorio.

El Congreso de Colombia despejó el pasado lunes el camino para la prohibición del asbesto, una fibra mineral usada ampliamente en la construcción que resulta cancerígena y mata a decenas de miles de personas al año, según las cuentas que lleva la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Colombia se suma al grupo de 76 países, incluidos los de la Unión Europea, que le han declarado la “guerra” al asbesto, un mineral que tiene múltiples usos industriales. De ese número, hay siete en Latinoamérica, una lista en la que no consta Ecuador.

En mayo del 2017, el Ministerio de Industria informaba que se estaba tratando el reglamento RTE INEN 019, “Láminas onduladas de asbesto cemento”, aplicable a las láminas onduladas de asbesto cemento de sección transversal sinusoidal, diseñadas y fabricadas para su empleo en la construcción de cubiertas de edificios, como también divisiones interiores, cerramientos y compuertas en cualquier tipo de construcciones, que se fabriquen y/o elaboren, importen o se comercialicen en el Ecuador

Hasta el año, pasado, por parte del Ministerio de Salud se mencionó que el país estaba en la busque de una “ruta de trabajo para la eliminación y sustitución de este material en un mediano y largo plazo, así como también identificar las mejores técnicas para la gestión de los productos una vez que se convierten en desechos”. Una decisión que en esta parte del continente, Chile, Argentina, Uruguay, Perú, Honduras, República Dominicana y Brasil ya la han tomado.

¿Dónde se encuentra el asbesto? Debido a su versatilidad y resistencia, se ha utilizado durante décadas en la construcción (tejas, azulejos, cemento), en la industria automovilística (embragues, frenos, transmisión), en el sector textil e incluso en el alimentario.

Desde hace 25 años, la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluyó el asbesto como un elemento cancerígeno de primer orden, pues incide en el desarrollo de cáncer de pulmón, de laringe, de ovario y otras patologías del aparato respiratorio y recientemente alertó que las enfermedades “siguen en aumento incluso en países donde fue vedado”.

Para ese fin, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) busca crear un Atlas del Asbesto, para recopilar información sobre el uso y regulación en cada uno de los países que aún lo utilizan.