Comandos de Frontera: La amenaza colombiana en Napo
En Chonta Punta, los habitantes están dejando sus viviendas debido a las amenazas realizadas por Comandos de Frontera
Juan habla con temor sobre la creciente inseguridad que afecta a los habitantes de Chonta Punta, parroquia de Napo cercana a la frontera con Orellana. Lo que parecía un problema distante se tornó alarmante tras un asesinato en Tena, capital de la provincia, ocurrido el 18 de enero de 2025. El crimen fue atribuido a sicarios vinculados al grupo narco-colombiano Comandos de Frontera.
“Desde hace un tiempo comenzaron a robar en los pocos domicilios que hay acá y también hubo extorsiones a los dueños de tiendas”, relató Juan a EXPRESO. Chonta Punta, una comunidad compuesta en su mayoría por población indígena de nacionalidad quichua, enfrenta un contexto de creciente inseguridad que pone en riesgo la tranquilidad y estabilidad de sus habitantes.
Ante el aumento de delitos en la zona, los habitantes de Chonta Punta decidieron formar grupos de guardias comunales para proteger su territorio. La situación escaló tras el asesinato ocurrido en Tena el pasado fin de semana, cuando surgió la alerta de que los sicarios responsables pretendían huir hacia Orellana en motocicleta.
Según Juan, antes de este hecho, otros sujetos habían robado en una tienda del sector, lo que provocó la persecución de los comuneros. Sin embargo, los delincuentes lograron escapar. Poco después, los sicarios pasaron por la misma ruta y fueron interceptados por los habitantes, quienes quemaron la moto en la que se movilizaban. Los criminales huyeron hacia la selva, lo que provocó la ira del grupo narco-colombiano Comandos de Frontera.
Los desplazamientos provocados por esta grave situación
Un video difundido por el grupo criminal colombiano Comandos de Frontera intensificó el clima de inseguridad en la parroquia Chonta Punta, Napo. La grabación, en la que un hombre armado y encapuchado lanzó amenazas contra los comuneros, justificaba el asesinato de un hombre oriundo de El Oro, vinculado presuntamente al narcotráfico y la minería ilegal en Tena.
"Los vamos a matar por meterse en cosas que no les importan", declaró el criminal, advirtiendo represalias contra quienes interfirieran con sus operaciones. La tensión creció cuando los presuntos autores del sicariato fueron interceptados y grabados en su paso por Chonta Punta. Poco después, aparecieron muertos con múltiples disparos.
El mensaje de Comandos de Frontera fue claro: si algo les sucedía a sus "compañeros", tomarían represalias contra las comunidades locales. Esto llevó a varios habitantes a abandonar sus hogares y refugiarse en la selva. Juan, un líder comunitario, confirmó el desplazamiento masivo de familias por miedo a las represalias.
Christian Pérez, jefe de Policía de Napo, informó que las autoridades investigan la autenticidad del video y los supuestos vínculos con grupos criminales, aclarando que en ocasiones se utilizan nombres de organizaciones para sembrar miedo.
La violencia y las amenazas de este grupo ponen en jaque a comunidades indígenas que, con guardias comunales, buscan resistir el avance del crimen organizado en sus territorios.
La situación en contra de los civiles
El grupo criminal Comandos de Frontera, formado tras la desmovilización de exmiembros de las FARC y la organización La Constru, ha incrementado su actividad en Ecuador desde 2020, según la experta en seguridad María Fernanda Noboa. Su presencia se concentra principalmente en Sucumbíos y Orellana, aunque los recientes hechos en Napo evidencian una expansión preocupante.
A diferencia de organizaciones ecuatorianas como Los Choneros o Lobos, que buscan integrar a las comunidades en sus operaciones ilícitas, Comandos de Frontera actúa con brutalidad directa contra los civiles. "Matan líderes sociales e intimidan comunidades enteras", detalló Noboa.
La declaratoria de conflicto armado interno en enero de 2023, durante los primeros días del gobierno de Daniel Noboa, incluyó el despliegue de fuerzas militares en la frontera, lo que, según Noboa, debilitó el control en estas áreas sensibles. Esto permitió que el grupo colombiano ampliara su influencia hacia nuevas provincias.
El exjefe de Inteligencia militar Mario Pazmiño señaló que la minería ilegal es uno de los ejes que vinculan a Comandos de Frontera con otros grupos criminales locales, como Los Choneros. En Napo, provincia rica en recursos mineros, esta conexión explica el interés del grupo en establecerse y ejercer control.
Con un modus operandi violento y un enfoque en actividades lucrativas como la minería ilegal, Comandos de Frontera representa una amenaza creciente para la seguridad en Ecuador, especialmente en las regiones fronterizas y amazónicas.
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