Comejenes
Buscaba en el reino animal un grupo de seres que se asemejasen a los políticos y funcionarios de la última década y me encontré con una especie de insectos, los comejenes o termitas, que encajan perfectamente en los hechos de estos últimos 10 años, al agruparse en colonias en donde cumplen su cometido de acuerdo a sus asignaciones, en tratándose de isópteros divididos en castas.
Los reproductores (afiliados al partido) eligen al rey para dirigir la colonia y en nuestro caso, escogieron un comején joven, simpático, sin saber lo engañoso que era, con sus grandes complejos y frustraciones, convirtiéndolo en un insecto insultador, vengativo, perseguidor, malo y encarcelador de todos cuantos no coincidían con su instinto revanchista.
Los comejenes soldados, repartidos en la administración pública, se dedicaron a carcomer las instituciones de la patria mediante la aplicación de sobreprecios, la aceptación de coimas y la realización de contratos a dedo, escudados en declaratorias de emergencia, todo lo cual les reportó pingües ganancias, llegando a interrelacionarse con otra colonia de comejenes ODE-brasileña, junto con la cual se cargaron con el santo y la limosna.
Las obreras, en diversos niveles de la administración, cumplían varias tareas, entre otras la legislativa, donde la mayoría se especializó en levantar la mano, agachar la cabeza y presionar con el índice las dos únicas teclas que lograron reconocer en 10 años y que eran la S y la I (SÍ); pero además, descontentas con los negociados que hicieron y el sueldo que percibían, no tuvieron empacho en esclavizar a sus colaboradores amputándoles sus ingresos y creando el pago de diezmos, con los cuales esquilmaban sus ya reducidas remuneraciones.
Estos comejenes de color verde eran capaces de volar y desplazarse a otros lugares. Eso nos explica perfectamente cómo el comején rey, el comején contralor, el comején fiscal y otros, salieron volando del Ecuador y disfrutan de los dineros mal habidos, extraídos miserablemente de las arcas de los ecuatorianos.
¡Señor presidente, termine con la plaga!
Y sigo andando...