Comerciantes de carne de Latacunga, afectados por el cierre del camal municipal

Desde el pasado miércoles 1 de enero, los comerciantes de carne de Latacunga (Cotopaxi), enfrentan un problema que amenaza sus ingresos y su capacidad de abastecer a la comunidad. El cierre del centro de faenamiento municipal, que se dio aun cuando el nuevo camal no está operativo, los ha obligado a buscar alternativas que han elevado significativamente sus costos y complicado su logística.

Johana Masapanta, comerciante de carne en el mercado de El Salto,  aseguró que el panorama es complicado. “Tenemos que ir hasta Ambato o Saquisilí para faenar el ganado, y eso implica pagar transporte, peajes y gastar más tiempo. Nos estamos quedando con menos ganancia, y cada día es más difícil sostener el negocio”, contó.

A este problema se suma el aumento de precios en las ferias de ganado, donde los intermediarios y comerciantes de ciudades más grandes como Guayaquil y Riobamba elevan los costos. “El ganado pasa de una mano a otra, y cada vez sube de precio. Cuando finalmente llega al mercado, ya es demasiado caro para nosotros y para nuestros clientes”, explicó Masapanta.

Por su parte, Alfredo Pilatasig, otro comerciante de carne, dijo que la situación en los camales de otras localidades no es favorable para los vendedores de Latacunga. “En Saquisilí (Cotopaxi), los comerciantes locales faenan primero y a nosotros nos dejan al final. Esto retrasa la entrega y afecta la frescura de la carne que ofrecemos. Antes entregábamos carne lista para el consumo, pero ahora llega tarde y eso perjudica nuestras ventas”, lamentó.

Según Masapanta, la comunidad también está sintiendo las consecuencias. “Hay clientes que ya no compran porque los precios han subido. Además, en las tardes el mercado queda casi vacío porque no logramos abastecer a tiempo”, señaló.

La comerciante subraya que los cortes de carne de primera, como lomos y pulpas, han tenido que aumentar de precio para cubrir los costos. Sin embargo, esta estrategia apenas logra compensar las pérdidas y, a menudo, se queda corto para mantener a flote el local.

Los comerciantes creen que existe falta de acción y comunicación por parte de las autoridades, lo que ha agravado la situación. “Pedimos que controlen los precios en las ferias de ganado. Necesitamos que Agrocalidad y otras entidades estén presentes y regulen. No podemos competir en estas condiciones”, reclamó Masapanta.

Los comerciantes creen que existe falta de acción y comunicación por parte de las autoridades, lo que ha agravado la situación. “Pedimos que controlen los precios en las ferias de ganado. Necesitamos que Agrocalidad y otras entidades estén presentes y regulen. No podemos competir en estas condiciones”, reclamó Masapanta.

Además, exigen celeridad en la apertura del nuevo camal. “Nos dicen que estará listo a finales de enero, luego a inicios de febrero, pero seguimos esperando. Queremos que sea moderno y funcional, pero también que los costos de faenamiento no sean tan altos, porque eso nos afectaría aún más”, añadió Pilatasig.

Un retraso en la entrega del centro de faenamiento

En diciembre de 2024, el director de Servicios Públicos de Latacunga, Luis Chacón, indicó que desde el 23 de diciembre de 2024, iniciará un período de transición que durará 15 días, durante los cuales se calibrarán y pondrán a punto todos los equipos. Este proceso es clave para garantizar que el centro funcione de manera óptima y cumpla con las normativas exigidas por el Ministerio de Agricultura.

Sin embargo, ha concluido el plazo y se anunció que las puertas del nuevo camal municipal se realizarán el 30 de enero o más, lo que agrava el problema.

Según las autoridades, el nuevo centro, “equipado con tecnología de última generación de la marca española Taesa”, tiene la capacidad de procesar hasta 80 reses y 80 porcinos al día. Además, cuenta con dos cámaras frías diseñadas para almacenar hasta 80 animales faenados, asegurando que los productos cárnicos cumplan con los más altos estándares de calidad y conservación.

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