Los comerciantes vecinos de la cárcel de Ambato piden reabrir las calles
Afirman que están al borde de la quiebra por la falta de clientes tras las medidas tomadas con el estado de excepción.
Jorge Chato está desesperado. Hay días en que no recibe ningún cliente desde que cerraron las avenidas El Cóndor, Bolivariana y la calle Primera Constituyente, que están alrededor del Centro de Rehabilitación Social Tungurahua N.1, sur de Ambato.
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Él tiene un negocio de estética que abrió hace cuatro años en el sector. Cuenta que desde antes del 8 de enero en que empezó el estado de excepción en el país su negocio era bueno, pues al día recibía hasta 12 clientes y eso le permitía pagar servicios básicos, arriendo y le quedaba para sus gastos personales.
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Leer másAhora está sufriendo porque lo que obtiene cada día no le alcanza. El mismo sentir lo tienen alrededor de 130 propietarios de locales entre cabinas telefónicas, tiendas de abarrotes, mecánicas, veterinarias, quienes están al borde de quedarse 'chiros’, aseguran.
Segundo Naula, presidente del barrio Buen Pastor, contó que muchos dueños de locales están con deudas ya que sus inquilinos se han ido porque no tienen ventas.
La moradora Rosa Lozada por ejemplo, relata que tiene tres locales de arriendo, pero ahora están todos cerrados porque sus inquilinos prefirieron entregarlos al mes que cerraron las calles aledañas.
Naula asegura que han realizado plantones y marchas hacia la sede de la Gobernación de Tungurahua para proponer a las autoridades que se queden los militares realizando las rondas, pero que les reabran las calles de la zona hasta que puedan retirar la cárcel del lugar. Todavía esperan respuestas.
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