La comunicación, un enigma aún indescifrable para el Gobierno
Las salidas en falso del presidente continúan. Analistas hablan de falta de estrategia y gestión. El mandatario ha debido retractarse varias veces
Desde ‘metidas de pata’ hasta errores sensibles. Todo pesa a la hora de evaluar la comunicación de un Gobierno y parte del desgaste del actual tiene que ver con las salidas en falso de quien se ha convertido en su principal y casi único vocero: el presidente Guillermo Lasso.
La última pasó ayer factura al Ejecutivo. Leonardo Laso dejó la Secretaría de Comunicación a apenas cuatro meses de haberla asumido. Se desconocen las razones, pero coincide en tiempos con el discurso del mandatario por los 202 años de Independencia de Guayaquil, en el que dio por fallecida a la policía Verónica Songor.
La uniformada, quien fue atacada por delincuentes en el sector de Nueva Prosperina, noreste de Guayaquil, sigue luchando por su vida. Lasso tuvo que salir a reconocer su error y disculparse con la familia, pero las críticas le llovieron.
En la época en la que fui secretario, si había una duda sobre un dato llegaba a mí y a los ministros, y todos nos movíamos hasta resolverla, si no se resolvía no salía en el discurso.
Leonardo Laso deja la Secretaría de Comunicación a cuatro meses de asumir el cargo
Leer másEl exsecretario de Comunicación, Gabriel Arroba, considera que en realidad el problema no está en aquello que ya se hace público, sino en los pasos previos a lo que se quiere comunicar. “La debilidad es no tener una estrategia clara y definida y a través de aquello mostrar gestión. Si no hay eso, el resultado es la mala comunicación y no al revés”, señaló.
La lista no es corta, pero uno de los deslices más recientes del Gobierno tiene que ver con el pedido de archivar una investigación en contra de cinco asambleístas de Pachakutik a los que Lasso acusó, en marzo, de haberle pedido cargos e incluso dinero a cambio de votos para la Ley de Inversiones. En un comunicado, la Secretaría de Comunicación dijo que los hechos en cuestión “fueron reportados por terceros funcionarios”, dejando nuevamente mal parada la palabra presidencial.
Para el consultor político Rodrigo Jordán, esto se está convirtiendo en una “debilidad crónica” del Gobierno y coincide con Arroba de que hay problemas de estrategia y direccionamiento en la comunicación y eso termina influyendo en la gobernabilidad.
Los mensajes emocionales de un gobernante están bien, siempre que tengan un asesoramiento legal previo. Existe una descoordinación logístico-legal que está pasando factura.
El especialista reconoce que la mayoría de la población, que es clase media baja, prefiere la comunicación coloquial y directa por parte de sus autoridades. Sin embargo, ahí también habría problemas: “Normalmente, el presidente debería tener canales comprobados de confianza que le den información, pero parece que eso no está funcionando. Un presidente puede dar declaraciones emotivas para calmar una situación, pero estas deben contar con asesoría, por ejemplo, legal, como cuando dice que dará de baja a generales de la Policía, pero como hay un procedimiento distinto, le toca echarse para atrás”.
Lasso corrige y señala que policía atacada en una UPC de Socio Vivienda sigue con vida
Leer másComo cuando dijo que el avión Legacy estaba prácticamente vendido a Colombia, pero el vecino país afirmó que no había tal negociación y eso provocó una disculpa, “si ha causado una molestia”, al entonces presidente Iván Duque.
Arroba no se explica de dónde salen estos errores que parecerían simples de absolver, más cuando, desde su experiencia, asegura que la Presidencia sí cuenta con un equipo de comunicación que es muy cuidadoso en esos temas y gente con amplia experiencia en otros gobiernos.