Conaie, insatisfecha y partida, tras reunión con Guillermo Lasso

Inconformes y divididos. Cuatro horas de diálogo no fueron suficientes para que el Gobierno y los dirigentes de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) encuentren puntos en común y el fantasma de las protestas regresa al país, aunque nadie lo quiere decir.

El tema se resolverá en una reunión ampliada a la que convocarán los indígenas en los próximos días. El primero que mostró su molestia fue Marlon Vargas, dirigente de las comunidades amazónicas, quien indicó que en la cita nada se dijo de frenar la explotación petrolera y minera en sus territorios.

“Por eso planteamos al presidente de la Conaie que convoque inmediatamente a un consejo ampliado para tomar decisiones de manera colectiva”, abriendo la posibilidad de nuevas movilizaciones, que es lo que piden varios sectores sociales afines a la Conaie.

El tema que al parecer más molestó a la dirigencia indígena fue la postura del Gobierno sobre los combustibles. Leonidas Iza, presidente de la Conaie, dijo que no encontró ninguna apertura por parte del Ejecutivo para cumplir con la demanda de derogar los decretos que eliminaron el subsidio y la congelación del precio de los derivados del petróleo.

“El presidente de la República atribuye (su postura) a una crisis económica y por eso no ha tomado una decisión que beneficie al pueblo ecuatoriano”, señaló y, aunque no lo dijo directamente, todo apunta a que el diálogo quedó cerrado.

¿Lo siguiente es volver a caotizar al país con protestas? EXPRESO trasladó la pregunta al coordinador del movimiento Plurinacional Pachakutik, Marlon Santi, quien dijo que antes de hablar de manifestaciones y movilizaciones esperarán la convocatoria de Iza.

“La verdad no nos han dado las autoridades del Gobierno respuestas, pero por ahora no está planteado tener una situación como la de octubre de 2019”, señaló Santi.

El encuentro arrancó en un ambiente enrarecido. Pese a que fueron llamados a las 11:00, el presidente de la Conaie recién ingresó a Carondelet una hora más tarde. Iza se negaba a entrar porque algunas de las personas que le acompañaban no se encontraban en el listado que manejaba la seguridad presidencial.

Fue necesario que la ministra de Gobierno, Alexandra Vela, saliera, con lista en mano, para cotejar los nombres y luego de unos minutos ingresar con el presidente de la Conaie para dar inicio a la reunión. Entre ajuste y ajuste, cerca de 80 personas estuvieron en el encuentro.

Pero la cantidad de participantes no fue necesariamente sinónimo de participación. El presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Costa (Conaice), Javier Aguavil, también salió molesto, pero no con el Gobierno, sino con los dirigentes de la Conaie.

Aseguró que fueron excluidos desde el inicio en las decisiones adoptadas, que estuvieron a punto de quedar fuera del diálogo y que, además de las demandas, no hubo propuestas y las pocas que existieron estaban mal planteadas.

“Nosotros, como Costa, vamos a seguir en la dinámica de buscar soluciones para todos los ecuatorianos que obviamente no estamos listos para una paralización, porque recién nos estamos activando”, señaló.

El encuentro alcanzó tal trascendencia que fue el propio Lasso el que salió como vocero del Gobierno a explicarlo. Se mostró más optimista que la contraparte al informar que hubo coincidencias en temas como la educación intercultural bilingüe, en salud y prácticas ancestrales, y la decisión de fortalecer una política pública para la justicia indígena.

“En los temas en los que no hay coincidencias, hemos planteado que el diálogo debe continuar a través de mesas temáticas que vayan atendiendo cada una de las situaciones y encontrar puntos de coincidencia”, concluyó.