Estas barreras de alambres con puntas son cuestionadas porque pueden causar hasta la muerte, sin embargo, son buenas para disuadir a los intrusos.

La concertina, una temida guardiana en forma de alambre

Este alambre con cuchillas se instala sobre muros y pisos de todo tipo de propiedades.

Muchos lo asocian a recintos carcelarios, campos de concentración, fábricas. Otros lo tildan de “alambre asesino”. Con un siglo de existencia, la concertina sigue siendo utilizada en la protección de propiedades, y en Ecuador -donde según estadísticas de la Policía Nacional, entre enero y marzo de 2017 hubo 3.058 robos a domicilios y locales comerciales-, este elemento disuasivo tiene cada vez más presencia en el sector residencial. Que la estética de nuestra vivienda se ve afectada por una alambrada, es el precio de sentirnos más seguros.

Se trata de un tipo de alambre de púa o de cuchillas fabricado en grandes bobinas que se expande como un bandoneón. Junto con el alambre y el liso de acero galvanizado se usan para formar obstáculos o cerramientos de seguridad.

José Carlos Cattan, representante de Asegur S. A., empresa que asesora y vende sistemas de seguridad perimetral y electrónica en Guayaquil, explica que la concertina no es un simple alambre, sino de un elemento más elaborado que ofrece un nivel de protección más óptimo.

“Instalarlo no es tan sencillo -explica-, en el momento de abrirla o expandirla, la malla tiende a caerse hacia los lados o encima del instalador y este puede resultar desgarrado, por lo que hay que hay que tomar muchas precauciones”.

La concertina utilizada en el país es hecha acá, pero también se importa de países como Sudáfrica y España. Pueden ser aceradas o galvanizadas y las hay del tipo helicoidal o espiral, y también las entrelazadas (grapada o agarrada en diferentes puntos). Esta última es mucho más difícil de atravesar. Los círculos que forman son diámetros que van desde los 45 cm.

Se la utiliza mucho en la protección interna y perimetral de residencias, urbanizaciones, comercios, industrias, cultivos agrícolas, bodegas, instalaciones portuarias y aeroportuarias, centros de reclusión, campamentos militares, petroleros, estaciones eléctricas y todo tipo de cercas y cerramientos. Son especiales para propiedades a orillas de ríos y por eso no extraña que muchas familias de sectores ribereños de Samborondón estén entre los clientes que hoy buscan el producto.

La demanda actual también se sitúa en zonas residenciales del norte de Guayaquil, como la autopista Terminal Terrestre-Pascuales, Mucho Lote...

John Garaycoa, representante de la empresa de seguridad privada Mac Security, dice que atrás quedó la costumbre de poner pedazos de vidrio sobre nuestros muros, para evitar el acceso de intrusos.

“Hoy cuenta la sumatoria de diferentes elementos para elevar el nivel de seguridad -explica Garaycoa-, una cosa es cámara, otra es alarmas, cerco eléctrico, concertinas, puertas reforzadas, todos son elementos complementarios”.

Aunque el metro lineal instalado de concertina cuesta aproximadamente entre $ 16 y $ 18 (frente al costo de $ 6,00 que es posible conseguir por metro de cerco eléctrico), hay quienes no escatiman recursos para sentirse más tranquilos.

Pero no a todo el mundo le gusta esta medida de seguridad pasiva. Cattan confiesa que ha tenido que darle de baja a algunos proyectos de alambrado en urbanizaciones donde los administradores propusieron la concertina, pero los residentes se negaron a aceptarla, por el impacto visual que provocan los alambres. “Acaso estamos viviendo en una cárcel”, es un repetido alegato de quienes se oponen a la concertina, testimonia el proveedor.

El arquitecto y urbanista guayaquileño Eduardo Mcintosh considera que este tipo de alambres permite cierta tranquilidad a sus usuarios, pero no son una barrera infranqueable. “Con algo de trabajo pueden ser cortados o cruzados, así que no son la panacea que provea de seguridad total”, acota.

Este técnico coincide con los especialistas en seguridad, en cuanto a que una solución más integral es tener varias capas o barreras que hagan más difícil una invasión o asalto.

Otro punto importante: no opte a la ligera por la concertina. Deje que los entendidos diseñen la solución que se adapte a sus requerimientos. Seguramente el tema arquitectónico, decorativo de su vivienda, también será considerado.

Voces

John Garaycoa, experto en seguridad privada

También puede ser puesta alrededor del piso, finalmente sale más barata que mantener un servicio de vigilancia durante meses o años.

Eduardo Mcintosh, Arquitecto / urbanista

Incrementa la sensación visual de inseguridad, de separación, alienación y división social (esta última es una de las causas comprobadas de violencia)

Ing. José Carlos Cattan, asesor en sistemas de seguridad

Quien decide ponerla es porque la ve mucho más agresiva y efectiva que el cerco eléctrico, al que en más de una ocasión ya se lo ha vulnerado.

Sepa cómo

Cuidado

Este alambre de seguridad es altamente peligroso por sus filosas cuchillas que desgarran la piel de quienes intentan atravesarlo. Si tiene niños y animales es recomendable no colocarlo a nivel de piso o a una altura inferior a los 1,80 m.

Consulte

Como es un elemento que generalmente se coloca sobre muros, la concertina no siempre es aceptada por el vecino de al lado, ya que también impacta visualmente su predio. Consúltele antes de ponerla o busque alternativas.

No se confíe

Las concertinas como todos las medidas de seguridad terminan siendo burladas en algún momento. Especialistas en el tema recomiendan poner algunas capas o tipos de barreras para mayor tranquilidad.

Otras formas de protegerse

Barreras naturales, organización barrial...

El diseño y construcción de muros y barreras naturales es una alternativa al uso de paredes sólidas, alambradas y otras estructuras contra los intrusos. La idea crece con fuerza entre arquitectos y urbanistas del mundo y también de Guayaquil.

Eduardo Mcintosh es uno de ellos. Tras admitir que “los arquitectos y urbanistas no hemos puesto suficiente imaginación para diseñar muros y barreras naturales para proteger a nuestros ciudadanos”, este profesional propone el uso de barreras transparentes, por ejemplo rejas; barreras naturales como agua o zonas de vegetación (que pueden ser veraneras como las de la foto).

Víctor Chóez, arquitecto, también es partidario de las cercas vivas, es decir, hacer barreras con plantas con espinas o puntas, para mantener a distancia prudencial a los extraños y ladrones.

Medidas contra la delincuencia hay muchas. El ingeniero civil y arquitecto Felipe Huerta recomienda, por ejemplo, aplicar la seguridad barrial mediante la asociación de vecinos bien organizados, que tengan una estrecha colaboración con la Policía.