Condenado por "camuflar" asesinato de su hijastro como suicidio
La víctima tenía 13 años y en una carta que le escribió a su madre, un mes antes del crimen, afirmó que su padrastro lo maltrataba físicamente
Treinta y cuatro años con ocho meses de prisión, más el pago de 20.000 dólares como reparación integral, tendrá que pagar un hombre por la muerte de su hijastro, un adolescente de 13 años.´
La Fiscalía General del Estado informó que se demostró que el sentenciado “camufló el asesinato y lo hizo pasar como un suicidio”. Pero el Tribunal de Garantías Penales de Tungurahua determinó la culpabilidad del individuo tras acoger las pruebas que presentaron como: el parte policial, el informe de reconocimiento de los hechos, la autopsia médico-legal de la víctima y su respectiva ampliación. En ella se “determinó que el adolescente falleció por asfixia mecánica, es decir, por la obstrucción manual de su nariz y boca. A esto se sumaron los testimonios de los familiares, el informe investigativo de la Dinased, el informe del rector de la escuela del adolescente, que demuestra que habría sufrido maltrato en su hogar, y la denuncia puesta en la Junta Cantonal en contra del sentenciado por agresiones anteriores.
El hecho ocurrió el 28 de octubre de 2018, en una vivienda de las calles Eloy Alfaro y Lizardo Ruiz de Ambato. Después del trabajo, la madre de la víctima llegó a su hogar en compañía del hoy sentenciado y encontró al adolescente en el piso de su habitación, con una bufanda alrededor de su cuello. De inmediato llamó al ECU 911 para pedir ayuda.
#AHORA | #Tungurahua: se reinstala audiencia de juzgamiento en contra de Milton Richard T. L., procesado por #FiscalíaEc como presunto autor del asesinato de su hijastro de 13 años. El acusado habría intentado camuflar el delito, haciéndolo ver como un suicidio del adolescente. pic.twitter.com/oZuE1WXJ7w
— Fiscalía Ecuador (@FiscaliaEcuador) December 6, 2019
La Fiscalía indicó que, en primera instancia se presumía de un suicidio; sin embargo, la autopsia reflejó que la víctima no tenía las señales que caracterizan un suicidio por colgadura, además presentaba golpes y huellas de violaciones reiteradas. La última, dentro de las veinticuatro horas, antes de los hechos.
Según el detalle médico-legal, lo que provocó su muerte fue una asfixia mecánica, por la obstrucción de su nariz y boca.
La Fiscalía vinculó al padrastro del menor de edad, por una carta que, un mes antes del crimen, escribió a su madre, afirmando que su padrastro lo maltrataba físicamente y que deseaba irse de la casa por miedo a morir a causa de un mal golpe del “joven Richard”. Según la investigación, el acusado fue la última persona que estuvo con el adolescente.
Aunque el delito de asesinato se sanciona con pena privativa de libertad de 22 a 26 años, la condena se incrementó por las circunstancias que agravaron la responsabilidad del acusado, quien permanece detenido desde el pasado 23 de septiembre de 2019.
