Conmovedoras escenas protagonizaron los primeros ecuatorianos retornados de Ucrania
Arribaron en el primer vuelo humanitario gestionado por la Cancillería. Familiares los esperaron en el aeropuerto.
Llanto, felicidad y abrazos. Como si se tratase de un milagro de la vida, más de un centenar de familiares de jóvenes estudiantes que radicaban en Ucrania esperaron por varias horas la llegada de sus seres queridos. No importó el inclemente sol que golpeó la mañana de ayer en Tababela.
Segundo vuelo humanitario de Ecuador, en camino de España a Varsovia
Leer másMary Salazar no pudo contener el llanto. Ella tenía dos hijos en Ucrania, uno de 22 y otro de 20 años, contó a EXPRESO que fue una semana muy complicada por “la impotencia de no saber qué hacer” desde acá. Cuando llegaron alzó una plegaria, no creía que los volvería a abrazar.
El reloj marcaba las 10:50 y el vuelo de la empresa Word2Fly pisó la pista del aeropuerto internacional Mariscal Sucre de Quito con 248 compatriotas que regresaron huyendo del conflicto armado entre Ucrania y Rusia. Fue un aterrizaje de esperanza y aliento de vida para varios padres que pasaron días “con el amén en la boca”. La aeronave despegó ayer desde Budapest (Hungría) hasta Varsovia (Polonia), hizo una parada técnica en Madrid (España) y de ahí partió a Ecuador.
Yo saqué un buen puntaje para estudiar aquí medicina, pero no me dieron ni un cupo. Opté por salir.
Este se constituyó como el primer vuelo humanitario gestionado por el Gobierno nacional para traer a Ecuador a los más de 700 ecuatorianos que vivían en Ucrania. Inicialmente se dijo que sería un “vuelo lleno” con 86 mascotas. Sin embargo, por un “cambio operacional” no fue posible, según comentó el canciller Juan Carlos Holguín y solo viajaron 8 animales.
Los jóvenes, cuyas edades no pasaban de los 24 años, recibieron asistencia médica y psicológica por parte de la Cruz Roja tras bajar de la aeronave. Luego fueron trasladados en buses y en grupos hasta las carpas que se ubicaron en unos de los parqueaderos del aeropuerto. Fueron escenas conmovedoras.
En el cuerpo de Patricia Cruz no cabía la felicidad de volver a ver a su hija. Camila Collaguazo viajó a estudiar Medicina a Ucrania, porque aquí no alcanzó un cupo para ingresar a una universidad pública. “Yo saqué un buen puntaje para estudiar aquí Medicina, pero no se dio la oportunidad. No me dieron ni un cupo. Entonces yo opté por salir del país. Mi plan no es quedarme aquí y ojalá las cosas se solucionen y poder regresar (a Ucrania)”, señaló la joven estudiante.
Con esa misma idea llegaron más jóvenes. No ven en Ecuador una oportunidad para continuar con sus estudios, pese al ofrecimiento hecho por el Gobierno Nacional. Ariana Mache tiene 21 años y la tristeza en su rostro por tener que retornar obligatoriamente fue evidente. “Estudio Medicina y el semestre lo puedo terminar online, pero una vez que acabe debo regresar a Ucrania para seguir estudiando. ¿Qué te puedo decir? Ucrania me abrió las puertas, es triste lo que pasa y ahora solo debo esperar”, apuntó.
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Leer másUna odisea salir de Ucrania. Bernardo Carrera contó a este Diario que tuvo que pagar $ 450 por su hermana, su perra y él para acercarse desde Kiev a una frontera con Polonia y luego caminar ocho horas, donde se encontró con 50 ecuatorianos más. Lamentablemente su hermana ni su mascota pudieron viajar con él. “Mi perrita está en Polonia con mi hermana. Cancillería nos ofreció un vuelo para todas las mascotas, pero no cumplió. Esperamos que cumplan con lo que prometió”, dijo Bernardo.
Son misioneros los que nos han ayudado en Hungría. Cancillería no nos ha ayudado en nada.
Pero, aunque muchos ya están con sus familiares, la preocupación no cesa. Así es el caso de Mateo Sebastián, de 18 años, que contó que algunos de sus compañeros se quedaron, porque “se registraron cinco veces en un documento que mandaron” pero a la hora de salir al aeropuerto les dijeron que no estaban en la lista. A ellos les tocó seguir en el refugio de unos misioneros que los alberga ya varios días en condiciones incómodas, pero que le resultó la mejor opción, porque la del Gobierno nunca llegó. Mateo anhela ver que sus compañeros vuelvan pronto.
Un segundo vuelo humanitario está previsto para que llegue a Quito este sábado con al menos 350 ciudadanos más. Este traslado salió hoy a las 23:00 desde Polonia.