
La Constituyente de Noboa: Sin respuestas sobre el cómo y su alcance
Gobierno de Noboa ha lanzado solamente ideas sueltas. Su rol en definición de las reglas de juego en el estatuto será clave
El 23 de diciembre de 2024, el presidente reelecto Daniel Noboa confirmó lo que hasta ese momento era solo una idea: la realización de una Asamblea Constituyente. Pero han transcurrido casi cuatro meses desde ese anuncio y aún no hay claridad respecto a esta propuesta lanzada durante la campaña.
(No te pierdas: Godoy rindió versión en Fiscalía, tras denuncia de jueza Vera)
Un día es Noboa y al siguiente el ministro de Gobierno, José De La Gasca. Ambos se han repartido la promoción de ideas sueltas sobre esta aspiración del Gobierno que ahora estará cuatro años más en el poder.
Días antes del balotaje del 13 de abril, Noboa se pronunció sobre el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS). Se mostró partidario de que la Asamblea se encargue de la designación de autoridades y detalló la necesidad de cambios en el sistema de elección de asambleístas. No obstante, se manifestó en contra de un Legislativo con dos cámaras, como un Senado y una Cámara de Diputados, por ejemplo.
Tras los comicios, De La Gasca fue el encargado de mantener vigente el tema, aunque sin ofrecer pistas claras sobre cómo se llevaría a cabo. En una entrevista del 15 de abril pasado, afirmó que buscarán fortalecer la Constitución y que, para ello, la Constituyente es un paso que consideran fundamental.
Otro anuncio realizado por el propio Noboa se refirió al tiempo que tomaría el proceso. Sin especificar una temporalidad, el mandatario electo habló de un procedimiento rápido. “Exprés”, en sus términos.
Sin embargo, nada de esto aporta claridad sobre un aspecto crucial: el estatuto de la Asamblea Constituyente. Pamela Aguirre Castro, experta en Derecho Constitucional, describe a ese estatuto como “la joya de la corona”.
“El mecanismo para conformar una Asamblea Constituyente depende de quien lo propone”, explica Aguirre Castro. Las reglas del juego estarán contenidas en ese estatuto, incluyendo estos aspectos: cómo se conformará, quiénes presentarán las listas, las circunscripciones de las cuales salen los asambleístas constituyentes y, de manera vital, la definición de cómo se tomarán las decisiones.
Aguirre Castro subraya la importancia de este estatuto, ya que la Corte Constitucional, encargada de realizar el control de la propuesta enviada por el Ejecutivo, solamente ha señalado en sentencias previas que la conformación “tiene que respetar los principios democráticos, además de contar con la mayor participación posible”.

Tres exconstituyentes hablan de la propuesta
En este contexto, y ante la falta de definiciones claras sobre una propuesta marcada por el hermetismo, surgen voces críticas. Por ejemplo, Fernando Vega, exasambleísta de la Constituyente de 2007, afirma: “Estamos en el limbo”. Y añade: “De parte del presidente de la República no tenemos ninguna claridad. Hay una serie de ambigüedades sobre lo que quiere proponer en este tema”.
Por su parte, quien fue presidente de la Asamblea Constituyente de 2007, Alberto Acosta, considera que, a estas alturas, la propuesta de una Constituyente debería tener definidos, al menos, los requisitos más básicos. Cuestiona además la idea de un proceso “exprés”.
“La Constituyente incluye un referéndum para su convocatoria y otro para la aprobación del nuevo texto constitucional. Si no se cumple ese mandato y se pretende un proceso exprés, como plantea el presidente Noboa, se abriría la puerta para una intolerable aventura dictatorial”, manifiesta Acosta.
El también exasambleísta constituyente Leonardo Viteri plantea una pregunta clave en medio de la discusión: ¿Hay una decisión en firme del Gobierno para llevar adelante una Constituyente? “No existe un pronunciamiento en firme y es una posibilidad”, añade Viteri.
Su interrogante está directamente relacionada con la falta de respuestas sobre un ofrecimiento realizado durante la campaña electoral. Sin embargo, para el exconstituyente, en caso de concretarse, considera necesaria una nueva Constitución, aunque no ve que el tiempo político sea oportuno. “El Gobierno, otra vez en campaña y con un frente político de lucha. Pero de que es necesaria una nueva Constitución, es necesaria”, recalca.
El silencio marca lo fundamental de la propuesta
Lo que sí está claro, según lo explica Aguirre Castro, es que una nueva Constituyente no podrá ser de plenos poderes. Esto significa que la misma no tomará decisiones que son facultad de otras funciones del Estado. Este límite también ha sido señalado en sentencias previas de la Corte Constitucional.
Noboa ganó el balotaje del pasado 13 de abril con una diferencia de casi 11 puntos respecto a la correísta Luisa González. Ese triunfo le otorga un capital político que podría influir en la decisión de llevar adelante o no una Constituyente.
Para Gonzalo Muñoz, experto en Derecho Constitucional, es probable que el Ejecutivo espere la posesión del próximo 24 de mayo para lanzar su propuesta. Sin embargo, en el Gobierno reina el hermetismo.
EXPRESO le consultó a la Secretaría General de Comunicación y al Ministerio de Gobierno sobre el alcance del ofrecimiento de una Asamblea Constituyente. Una de las preguntas fue, precisamente, cómo se conformaría. Pero no hubo respuesta alguna hasta el cierre de esta nota por parte de las dos instituciones del Ejecutivo.
¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!