La consulta se desinfla como plan inmediato del Gobierno
No hay fecha para presentar preguntas, pero no la descarta como propuesta para la gobernabilidad. Las cifras de aceptación ciudadana inciden
La segunda opción también va al congelador. El presidente Guillermo Lasso confirmó ayer lo que ya se sospechaba: una consulta popular no es por ahora prioridad para el Gobierno, pese a que parecía ser la alternativa una vez que la idea de la muerte cruzada entró en el archivo de Carondelet.
Se lo veía venir porque el propio mandatario había anunciado que las preguntas serían enviadas a la Corte Constitucional (CC) antes de que finalice abril, pero hasta ayer no llegaron y tampoco hay una nueva fecha definida para la entrega del cuestionario. “Voy a ser sincero, la consulta popular es un tema que todavía está en carpeta, estamos analizándola y va a tener una prioridad: la seguridad de los ecuatorianos”, manifestó el mandatario.
En abril, el ministro de Gobierno, Francisco Jiménez, también ya había quitado peso a las bondades de una consulta popular. Lo hizo luego de abrir un diálogo con los jefes de cuatro de las cinco bancadas legislativas. “Evidentemente que en la medida en que más avancemos aquí, menos necesaria es una consulta. Y, si no podemos avanzar con la celeridad que quisiéramos, probablemente la consulta sea necesaria. Lo uno no descarta lo otro”, dijo el funcionario.
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Leer másSi ya descartó la muerte cruzada y ahora manda al congelador la consulta popular, lo que le queda es llegar a acuerdos con ciertos grupos como, al parecer, lo está haciendo.
Para la analista política Natalia Sierra, más que avances en el diálogo con la Asamblea, de los que no hay información, la verdadera razón para este aplazamiento estaría relacionada con un cálculo del capital político con el que llegaría a una contienda de este tipo.
“Lanzarse a una consulta sabiendo que no existe la posibilidad de ganar es un suicidio político y en este momento no creo que cuente con el respaldo, porque es un Gobierno que va perdiendo legitimidad en poco tiempo”, señaló.
El exlegislador Henry Cucalón lamenta este aplazamiento, que podría no tener retorno, porque se estaría perdiendo la oportunidad de preguntar sobre cambios que son necesarios no únicamente para permitir el funcionamiento del Gobierno.
Si algo sobran en este país son leyes. No logro entender por qué querían, a como dé lugar, la ley de inversión. El país cuenta con normativa que viabiliza las inversiones.
Celestino Chumpi, primer asambleísta que declara en la Fiscalía por acusación del presidente Lasso
Leer más“El tema es que cada vez que hay problemas se saca el as de la consulta popular o la muerte cruzada. El tema de la consulta debió ser visto como algo proactivo y no solo como amenaza”, señaló.
El analista Jacinto Velázquez, en cambio, cree que sería una decisión acertada por parte del Ejecutivo. Primero, porque no es un buen momento para poner la popularidad del Gobierno y, segundo, porque considera que el presidente puede gobernar con la normativa que tiene en este momento, sin acudir a la herramienta de preguntar a los ciudadanos o acudir a la Asamblea Nacional por la aprobación de leyes.
Retraso
Este Diario preguntó otros detalles del aplazamiento de la consulta popular. “Se analizan varios temas”, fue la respuesta desde el Ejecutivo.
Seguridad
Una normativa sobre el uso progresivo de la fuerza, estancada en la Asamblea Nacional, también sería contemplada en la cada vez más lejana consulta.
Laboral
Una nueva ley laboral que vaya en paralelo a la normativa vigente es otra de las alternativas que se analizaba entre las preguntas del Gobierno.