Consulta popular: menos preguntas resulta mejor que en exceso, dicen expertos
El Ejecutivo tiene como reto escoger pocas interrogantes a consultar Expertos electorales indican que muchas podrían confundir a la ciudadanía
Al principio fueron 11; ahora son 19. La consulta popular que el presidente Daniel Noboa desea realizar solo debería contener preguntas claves y concisas, concuerdan expertos en sistema electoral. No obstante, ¿qué tan conveniente es que se consulte al pueblo sobre 19 preguntas a la vez?
El desaire de Daniel Noboa a la Corte Constitucional
Leer másPara Nicanor Moscoso, consultor electoral y expresidente del Tribunal Supremo Electoral, el plebiscito no debería superar las siete preguntas. Esto, porque la gente no lee ni analiza los anexos, sino que vota por el afecto o desafecto al presidente de la República, declara.
(Le puede interesar: "Estamos en un estado de guerra", las más recientes declaraciones de Daniel Noboa)
19 preguntas son demasiado y puede confundir a la ciudadanía; es mejor que consulte sobre pocas preguntas y ya no agregar más, sino demorará más.
Además de que evitaría la dispersión de la información, sostiene Alfredo Espinosa, analista político y experto en estudios latinoamericanos. Si maneja un número menor a 10 preguntas, indica, metodológicamente sería más optimo, ya que también no saturaría los canales de comunicación y la ciudadanía tendría más presente sobre qué se requiere su criterio.
En esto concuerda Daniel González, experto político electoral; además, agrega que tantas preguntas con sus anexos sería inmanejable en la papeleta y esta sería más grande que la hoja de asambleístas, podría ser cientos de páginas. Sin embargo, más allá de eso, a su criterio, el que el pueblo deba pronunciarse sobre 19 preguntas sería muy violento, porque tendrá poco tiempo para informarse y debatirlo. “Sería como botar una moneda al vacío”.
Lo que se ve es que el envío del plebiscito es una especie de cuentagotas. Ojalá no sea una tomadura de pelo; las preguntas deben ser contra la criminalidad organizada.
Es por esto por lo que las preguntas deberían ser muy puntuales y analizadas, aconseja Moscoso. También debería tener en consideración qué temas podría manejarlo directamente con la Asamblea Nacional, ya que al final, si obtiene el apoyo popular, estas igualmente deberán ser tratadas en el Pleno y el proceso será más largo.
En el país hay poca conciencia democrática; la mayoría de los ciudadanos vamos sin mayor conocimiento a pronunciarnos, solo para evitar que nos multen.
La jueza Andrade será la ponente del segundo pliego de preguntas de consulta
Leer másDesde 1978, el pueblo ecuatoriano se ha pronunciado sobre 14 consultas populares y/o referéndums; solo uno de ellos fue local. En seis de ellos, a la ciudadanía se le formuló una interrogante; en dos, se le expusieron siete preguntas. De allí, hay registros de seis plebiscitos con tres, cuatro, ocho, diez, once y catorce preguntas, cada uno.
Moscoso recuerda cómo las personas se desconcertaron en cómo debían votar en torno a la pregunta sobre el Yasuní, ya que a su criterio la formulación de su pregunta estuvo confusa; “si así fue con una pregunta, imagínese con 19, ya que son interrogantes de carácter jurídico-penal”, en donde se requiere el análisis jurídico.
Más aún cuando la gente no va a terminar de leer el contenido de las preguntas ni mucho menos los anexos, ya que no es costumbre del ecuatoriano promedio dedicar tiempo a profundizar en estos temas antes de sufragar, sino que acude a las urnas y vota, expone Espinosa. “Van a sufragar en función de si el presidente Noboa ha hecho o no una buena gestión”.
Además, el que el legislador del Partido Social Cristiano Jorge Acaiturri ahora se haya pronunciado sobre el volver a preguntar a la ciudadanía sobre la explotación petrolera en la zona del Yasuní ITT, es porque esta consulta popular “adolece de baja dosis de participación ciudadana”, sino que cuenta con la construcción de “políticos disfrazados de ciudadanos”, manifiesta Espinosa. “Esto es una especie de grifo abierto”.
Aunque la intención sea buena, la ocurrencia y la improvisación es lo peor que le puede pasar al país, expresa González. “Si presenta preguntas, se sobreentiende que son interrogantes validadas y que el Ejecutivo cree que son las prioritarias, en virtud de ser el proponente de una consulta popular; pero no, sino que abrió el abanico y hasta ahora son 19”.
Pero si gana el no, como ocurrió en la consulta popular del expresidente Guillermo Lasso, será difícil que el presidente Noboa pueda replantear las reformas legales en el Legislativo, ya que la Asamblea podría indicarle que el pueblo ya se manifestó sobre lo que él plantea, advierte Moscoso. Por lo que necesitará hacer otro llamado al pueblo para que cambie su parecer, como con la proclamación sobre el Yasuní ITT.
En tres ocasiones, tres mandatarios recibieron un no por respuesta por parte del pueblo ecuatoriano: en 1986 (gobierno de León Febres-Cordero), 1995 (Sixto Durán-Ballén) y 2023 (Guillermo Lasso).
Corte Constitucional no ha recibido preguntas adicionales de la consulta popular
Leer másPablo Ospina, experto en historia política y docente en la Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador, menciona que Durán-Ballén hizo dos consultas al pueblo (en 1994 y 1995), pero hay una diferencia en los resultados, antes y después de la Guerra del Cenepa. A diferencia de la primera, en la segunda, Durán-Ballén obtuvo el no en las 11 preguntas.
Ante esto, Moscoso cree que Noboa debe concentrarse netamente en luchar contra la inseguridad y no afianzarse en el plebiscito, ya que su respaldo popular, para las próximas elecciones, dependerá de su éxito en lograr la paz y la seguridad.
¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!