Contaminacion multiplicada

La tentación del poder y el dinero hizo siempre sucumbir al ser humano ante la corrupción. El Ecuador observa escandalizado que la corrupción ha contaminado de manera multiplicada a ciudadanos y funcionarios a nivel nacional, regional. Analistas económicos coinciden en que la obra pública realizada en la última década ha sido ejecutada con deuda pública que, además de ilegal, impone tomar medidas de austeridad, destinando un alto porcentaje de ingresos presupuestarios a su pago. Aquello exige que sea prolijamente auditada, para esclarecer si fue adquirida en convenientes condiciones o con intereses usureros, pues deben pagarla todos los ecuatorianos.

Tan abundantes son los casos de corrupción denunciados que se vuelve necesario hacer un inventario para no olvidarlos. Existe un marcado deseo ciudadano de que los enriquecidos ilegítima e inmoralmente no sigan paseando impunemente sus fechorías, sabiendo que el paso del tiempo es su gran aliado, dada la frágil memoria colectiva. Sería una intolerable injusticia hacer pagar a personas de buena fe el lucro repulsivo de los atracaderos de dineros fiscales.

Deben investigarse los sobreprecios en la inservible refinería del Pacífico y en la refinería de Esmeraldas, la preventa de petróleo, los contratos relámpagos en Senagua, la supercara Ruta Viva, las contrataciones de carreteras y obras ornamentales a precios superiores a los de otros países, las costosas escuelas del milenio, sacrificando escuelas rurales; el dispendio en Yachay, los contratos de hidroeléctricas, presas hídricas, hospitales, edificios faraónicos, la reconstrucción de Manabí, las inmundicias en el IESS y un largo etcétera. En síntesis, en la década del despilfarro y florecimiento de nuevos ricos hay una concurrencia de delitos: peculado, cohecho, concusión, asociación ilícita, lavado de activos, delincuencia organizada, que por sanidad deben ser sancionados. La venida de Capaya es un buen paso. Ojalá se produzca ese baño de verdad con el que siempre se ilusionó el país. No quedan dudas, el feriado por los cuantiosos ingresos petroleros supera holgadamente al feriado bancario.