La cooperación eficaz, no tan efectiva en todos los casos
En Sobornos, permitió evidenciar una estructura delincuencial de aportes ilegales. En el proceso de la Secom, no alcanzó para probar que hubo peculado
Una de cal y otra de arena. La cooperación eficaz, que en el caso Sobornos 2012-2016 permitió desvelar una estructura delincuencial que captaba aportes ilegales de contratistas del Estado, no tuvo los mismos resultados en el caso Secom.
En el juicio Sobornos, por cohecho agravado, la información brindada por Pamela Martínez y Laura Terán concluyó, en poco más de un año, con una condena de ocho años de cárcel para 18 de 20 procesados. A la cabeza, el expresidente Rafael Correa, su grupo de cercanos colaboradores y una decena de empresarios.
En cambio, en el expediente abierto para investigar posible peculado en contra del exsecretario de Comunicación Fernando Alvarado y otros, la colaboración de Pablo Yánez, testigo protegido de la Fiscalía, no tuvo la misma efectividad a pesar de los documentos que habría entregado.
Tanto, que el tribunal de juicio consideró que la Fiscalía no aportó con las suficientes pruebas para demostrar la culpabilidad de Alvarado y otros, por lo que ratificó su inocencia.
El exfiscal Pablo Encalada explica que eso obedece a que la cooperación no es prueba. Señala que el testimonio del delator en sí mismo no es prueba; lo que sirve es que pueda ser comprobado aquello que dice el delator.
Precisa que lo que determina la existencia del delito es la eficacia de la colaboración, no la colaboración en sí misma. “Por eso hay casos de colaboradores ‘ineficaces’”, concluye.
En el Código Orgánico Integral Penal (COIP) hay cuatro artículos dedicados a esa figura, que se entenderá como el acuerdo de suministro de instrumentos, efectos, bienes o informaciones precisas, verídicas y comprobables, que contribuyan necesariamente al esclarecimiento de los hechos investigados, que permitan la identificación de sus responsables, o sirvan para prevenir, neutralizar o impedir la perpetración o consumación de otros delitos de igual o mayor gravedad.
El colaborador es beneficiado con rebajas de penas de hasta el 90 %, como ocurrió en el caso Sobornos con Martínez y Terán.
Hay procesos en los que la cooperación eficaz no ha beneficiado al cooperador ni ha permitido impulsar investigaciones. Miguel Revelo dice que ese es el caso de su cliente Carlos Pareja Yannuzzelli, exministro de Hidrocarburos, quien “al entregarse a la justicia entregó todas las pruebas del despilfarro petrolero que se hacía en el país”.
Él regresó al Ecuador el viernes 11 de agosto del 2017. En su caso, afirma que fue engañado. Opina que “las mafias petroleras que están enquistadas en la Fiscalía, en la Asamblea, en la Presidencia, en Contraloría, Procuraduría, no permiten que se haga una investigación seria”.
Responsabiliza a tres fiscales que estuvieron en la institución en 2017 y 2018, porque “en su oportunidad se encargaron de hacer desaparecer toda la valiosa información que dentro del acuerdo de cooperación eficaz entregó” su cliente. La consecuencia, afirma, es que “no se ha avanzado nada” en casos como Petrochina.
Paúl Ocaña reitera que el hecho de que exista un cooperador no significa que se demuestre la responsabilidad de una persona. Cree que es una prueba más que se puede presentar para demostrar un ilícito.
En el caso Secom no funcionó porque el peculado es un delito que tiene como sujeto activo calificado a un empleado público, pero quien se benefició no tenía esa condición.
Sobre el caso de Pareja, opina que desaparecieron el documento original de la cooperación y eso hace que no pueda beneficiarse, pues tiene que existir el documento, en el que debe constar incluso el porcentaje de rebaja de pena que han acordado las partes.
Beneficios
Por su aporte, un cooperador puede llegar a recibir hasta el 90 % de rebaja de pena.
Organización
Ocurre con casos de alta relevancia social y si se alcanza a la cúpula de la organización.
Efectividad
El fiscal deberá expresar en su acusación si la cooperación ha sido eficaz.
