Corazones divididos por dos amores
Antoine Espinoza y sus dos pequeños hijos son oriundos de Manabí, pero su corazón futbolero los lleva alentar a Liga de Quito.
Estaban en una disyuntiva. Antoine Espinoza y sus dos pequeños hijos, Elvis y Josué, son oriundos de Manabí, específicamente de Manta, donde se disputó este domingo la final entre Delfín y Liga de Quito, pero su corazón futbolero los impulsa alentar a los quiteños, equipo del cual son hinchas por tradición familiar. A última hora buscaban las camisetas de los albos con la leyenda “Bicampeones”.
“Nosotros somos manabas de nacimiento y hemos vivido aquí toda nuestra vida, pero somos hinchas de la Liga de Quito porque en la familia la mayoría lo son. Desde pequeño apoyo a la Liga de Quito, así como lo hacen mis dos pequeños hijos. ¡Vamos que hoy salimos bicampeones!”, manifestó Antoine, mientras elegía la camiseta que lució en la final entre Delfín y Liga de Quito.
▶Lee: Perlaza cree se favorece a Toño Valencia
Pese a ser hinchas de los azucenas a muerte, se encuentran en una disyuntiva porque también quieren que salga campeón el equipo de la tierrita donde nacieron, Manta, y los vio crecer. “Gane quien gane estaremos felices. Somos liguistas, pero también queremos que la provincia de Manabí se quede con la copa porque también se lo merecen. Han hecho un gran torneo y ya es su tercera final. Se lo merecen”, aseguró Espinoza.
Hinchas cetáceos
Divina Ibarra y su hijo, Sebastián Flores, por nada del mundo se querían perder la final del campeonato nacional entre el equipo de sus amores, Delfín, y la Liga de Quito. Agarrados de la mano llegaron a la fila de la localidad general norte, con el fin de gritar los gritos de gol de la Tuka Ordóñez y Cralos Garcés.
“Hoy nos desquitamos la final perdida de la Copa Ecuador porque la Tuka Ordóñez los va entucar hoy (ayer), así como carlitos Garcés”, recalcó entre risas el pequeño Sebastián Flores.
Eran cerca de las 12:30 cuando la orejana, el trofeo de campeón de la LigaPro, llegó al estadio Jocay de Manta y Divina Ibarra y Sebastián Flores, al igual que otros hinchas del ídolo de Manta, le empezaron a gritar como si fuera una persona a la que se dirigían: “Esta vez no te vas a ir, te quedas porque te quedas en nuestra casa. No te resistas que Manta es un buen lugar para ti. Acá te daremos todo el amor que quieras”.
Además, aseguraron que esta es la oportunidad perfecta para sacarse la espinita de la final perdida contra Emelec y sobre todo la que se les fue de las manos contra los azucenas, por Copa Ecuador. “Esta es la oportunidad perfecta para ganarle a los de Liga. Se nos llevaron la Copa Ecuador, pero esta vez vamos con todo porque nos merecemos ese campeonato”, recalcó el pequeño Sebastián.
El perro como insignia
Varios de los hinchas cetáceos aparecieron con peluches de perros para seguir con la tradición que tenía la banda del perro muerto. “Ya no se puede traer un perro muerto al estadio, por eso que mejor traemos un peluche con la forma de un perro y lo empezamos a lanzar en las gradas”, aseguró Jibson Pincay, uno de los exmiembros de la banda del perro muerto.