Testimonios del COVID-19: “Había como 200 muertos en el contenedor y mi papá no estaba ahí, pisé cuerpos y sangre”

Una decena de personas se aglomeró la mañana de este 4 de marzo en los exteriores del camposanto Parques de La Paz, ubicado en La Aurora, para pedir información sobre los cuerpos sus familiares que, según les dijeron en varios hospitales de Guayaquil, habían sido llevados hasta allí en contenedores.

Uno de los más indignados era Guillermo Enríquez, su padre había fallecido el 31 de marzo por una “neumonía viral no identificada”. “Estuve deambulando por el Guasmo sur, por el Teodoro Maldonado Carbo y cuando llegué a Los Ceibos mi padre fallece después de un par de horas. Me voy a hacer rápido los trámites de defunción, pagué un ataúd de 1.050 dólares, pero cuando volví pasé por lo peor”, cuenta.

“Llego a las 5 de la mañana a Los Ceibos. Nos dieron permiso para entrar y me puse otra ropa. Había como 200 muertos en el contenedor y mi papá no estaba ahí, falleciendo el 31. Pisé muertos y sangre. Abrí varias fundas con nombres de hombres en los que había cuerpos de mujeres”, relata.

Según un comunicado del IESS, institución a cargo del hospital, los cuerpos de los pacientes contagiados de COVID-19 permanecen en la morgue del centro hospitalario por “al menos 24 horas” y luego son trasladados “en contenedores refrigerados al camposanto”, una explicación que desmiente Enríquez. “Entré ahí y no estaban bajo frío”.

Después de salir de la morgue, empleados de Los Ceibos le dijeron que el cuerpo de su padre había sido embarcado en otro contenedor con destino al Parque de La Paz.

“Vengo aquí y no nos dan información. Dicen que hay que esperar, que el ministro tiene que salir hablando”, menciona.

Una situación similar vivió Ginger Estrada. Su esposo también falleció luego de presentar síntomas similares al COVID-19, sin embargo, nunca le hicieron la prueba. Ellos llevan días esperando una lista en la que supuestamente deben estar los nombres de sus familiares, pero pasan las horas y nadie sale a la puerta con ningún listado.

“Ayer nos dijeron que debíamos esperar, pues en ese contenedor en el que los trajeron hay varios cuerpos que no están identificados, pero resulta que hoy llegamos y nos dicen que ya han sepultado a 30 de los 52 cadáveres”, señala Estrada.

Este Diario se comunicó con Parque de La Paz para conocer cuál es el proceso por el que deben pasar los familiares para poder enterrar a sus deudos en los espacios que ha destinado el Gobierno, sin embargo, hasta el cierre de esta nota no llegó la información.

Jorge Wated, quien dirige la Fuerza de Tarea encargada de la logística de los entierros, tampoco contestó las solicitudes que EXPRESO ha realizado desde el pasado 1 de abril.

Sin embargo, en redes sociales dijo hoy que ya hay 150 personas inhumadas en Parque de La Paz. “El lunes vamos a publicar en línea la página donde podrán los deudos saber dónde está sepultado su familiar solo digitando la cédula y el nombre. Terminando la pandemia podrán irlos a visitar”, precisó.

Si ya tienen la lista, y todo se ha llevado a cabo según el protocolo, ¿por qué los familiares deben esperar hasta el lunes y no pueden conocer la información de inmediato? Una de las dudas que quedan en el aire.

Consultado por la repercusión que podrían tener estos casos a nivel internacional, el abogado y excanciller José Ayala Lasso dice que “este no es el momento de criticar”.

“No hay ni un solo país que haya podido responder adecuadamente ante el coronavirus. De modo que si los grandes países con dinero y tecnología no lo han podido hacer de forma ordenada, entonces hay que comprender que nosotros estemos en mayores dificultades”, señala.

“Quisiéramos que la situación de los familiares no fuera tan tremenda como lo es, pero es la realidad, desgraciadamente. No es hora de determinar responsabilidades, sino de lamentar lo que vivimos y contribuir para que esta pandemia acabe”, dice.

EN DETALLE

En Pascuales. Desde el lunes, los cuerpos que retire la Fuerza de Tarea gubernamental serán llevados al Parque de la Paz de Pascuales, donde se prepara un espacio para los fallecidos por COVID-19.

Un nuevo teléfono. Jorge Wated también escribió en redes sociales que activarán un número de celular paralelo al 911 para que personas puedan reportar a sus fallecidos de manera más rápida.