Coronavirus: Una factura que aguardará al Gobierno para luego de la crisis
¿Falta de recursos para la crisis del COVID-19?. La deshumanización de la muerte de contagiados y no. Expertos coinciden que habrá un costo político
Una factura diferida. Desde el Gobierno Nacional argumentan que no es el momento para debatir la existencia o no de implicaciones políticas para uno u otros sobre el manejo de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus. Que ya habrá tiempo para esa discusión. Si bien la prioridad es salvar vidas, son decisiones tomadas desde el Gobierno las que permiten que esa ardua tarea sea más o menos efectiva.
¿Se contó o no con los recursos necesarios para afrontar la crisis? Una duda que queda en el aire y que tendrá una respuesta clara luego de estos días complicados. No obstante, el trato inadecuado en los hospitales de los cuerpos de fallecidos con o sin COVID-19, la falta de celeridad para el retiro de cadáveres que mueren en las casas y la supuesta compra con sobreprecio de insumos médicos por parte del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social ya empolva bastante al Gobierno Nacional.
Testimonios del COVID-19: El virus les robó la despedida
Leer másHay voces que adelantan que la renuncia de la exministra de Salud, Catalina Andramuño, como los otros aspectos ya mencionados sí tendrán un costo político para el Gobierno.
El analista político César Luis Barthelotti, no duda que la carta de renuncia de Andramuño lanzó “lodo con ventilador”, dejando en evidencia lo que el experto considera un nulo apoyo económico a la crisis, lo que colocó en mal predicamento al Gobierno en el manejo de la misma. No deja de lado la responsabilidad que podría acarrear la exfuncionaria que durante sus últimos días de gestión dijo que sí contaba con los recursos y a su salida dice lo contrario. “El costo político que ella acabó pagando fue su cargo y el futuro enjuiciamiento político”, comenta el jurista.
La ausencia física del presidente (Lenín Moreno) pasará factura al Gobierno, pues no se ha logrado hacer entender a la ciudadanía que su no presencia se debe a razones de salud.
El politólogo guayaquileño Alex Cedeño considera que el análisis sobre las implicaciones políticas de la renuncia de la exministra y otras deben analizarse bajo dos elementos: las deficiencias de implementación que desnudan la “inoperancia” en el aparato de Gobierno y que la “incapacidad” del mismo tiene un impacto directo sobre la institucionalidad del Estado y por ende en la sociedad civil. “Las carencias dentro del manejo de la actual crisis sanitaria se circunscriben al diseño de la producción del servicio, específicamente en la asignación de recursos económicos, adicionales a los establecidos en el presupuesto del año 2020, inclusive estando facultados a hacer uso de fondos públicos, destinados a otros fines, mientras dure el estado de excepción”.
Es en momentos como estos, donde se debe contar no solo con liderazgo y buenas intenciones; sino que, además nuestros gobernantes deben actuar con responsabilidad.
A diferencia de las dos voces anteriores, el consultor político Jorge León no cree que el caso específico de la renuncia de la exministra pase factura al Gobierno en este momento, no así la poca previsión para enfrentar esta crisis. “Lo más grave no será la carta de la exministra, sino lo deficiente que ha sido en la compra de materiales e insumos para los servidores de salud y no haber prevenido esta crisis sanitaria”.
Tendrá consecuencias políticas en el futuro en la medida que se sigan tomando decisiones endebles en una crisis que una vez más demuestra que el ecuatoriano tiene poca cultura.
El también consultor político Daniel Molina añade otro rubro a la factura: no conseguir financiamiento para afrontar la fase de crisis y poscrisis. Esto, luego de que el Gobierno anunciara, en medio de una emergencia sanitaria, que pagó 324 millones de dólares por deuda externa, pese a varios pedidos, incluida la Asamblea Nacional, que no lo haga y use ese dinero para enfrentar la crisis del coronavirus. “Si no consiguen los financiamientos de los organismos internacionales, eso podría traer grandes problemas”.
Lo importante en estos momentos de crisis es que los políticos y partidos deberían buscar treguas por el bien del país, porque a nadie le conviene coger un país menos que de las cenizas.
La factura es larga; y la cuenta, bastante pesada.