Morir de hambre o por el coronavirus: la elección obligada que deben hacer 1.600 millones de personas en el mundo
Se trata del 80% de trabajadores informales del planeta, que no cuentan con respaldo alguno para soportar la cuarentena por la pandemia de coronavirus
El coronavirus en Ecuador y el mundo ha afectado, y lo sigue haciendo, sobre todo a la población más vulnerable. Entre ellas, a las personas que viven en la pobreza, aquellas que no tienen qué comer si es que no trabajan día a día. Y no son pocas.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) informó que al menos 1.600 millones de trabajadores informales en todo el planeta se enfrentan a una realidad extrema debido a la pandemia de coronavirus. "Morir de hambre o morir por el virus", ese es su dilema, según la OIT, ante la falta de medios materiales para subsistir durante los periodos de confinamiento, cuarentena y medidas extraordinarias establecidas por varios gobiernos en distintas partes del mundo.
"La crisis del COVID-19 exacerba las vulnerabilidades y las desigualdades existentes",indicó Philippe Marcadent, jefe del servicio Inwork de la OIT.
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Leer más"Las respuestas políticas deben garantizar que el apoyo llegue a los trabajadores y a las empresas que más lo necesitan", agregó el funcionario.
La OIT, con sede en Ginebra, alertó que que estos 1.600 millones de trabajadores, de los más de 2.000 millones que hay a nivel mundial, no pueden depender de esquemas de protección contra el desempleo, al estar en situación laboral irregular, y tampoco disponen de ahorros que les permitan cumplir con las medidas de confinamiento y no ir a trabajar.
"Morir de hambre o morir por el virus es el dilema demasiado real al que se enfrentan muchos trabajadores de la economía sumergida", concluyó la OIT en un informe presentado este jueves.
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Leer másLos 2.000 trabajadores informales representan el 62% de la fuerza laboral a nivel mundial. En países de bajos ingresos, los trabajadores de la economía sumergida representan el 90% del empleo total, mientras que en los países de ingresos medios ese porcentaje baja hasta el 67%, y se vuelve a reducir hasta el 18% en los países más desarrollados.
En el caso de los 67 millones de trabajadores domésticos del mundo, 75% de los cuales son trabajadores informales, el desempleo representa una "amenaza tan grande como el mismo virus", indica la OIT. Muchos no han podido trabajar, por solicitud de su empleador o por cumplir con las medidas de confinamiento.
Carta desde la Redacción de EXPRESO
Leer másAquellos que siguen trabajando enfrentan un "riesgo elevado" de contagio al cuidar de familias en su domicilio privado. Para los 11 millones de trabajadores domésticos migrantes, la situación es "aún peor", ha criticado el organismo.
El informe de la OIT recomienda adoptar políticas que reduzcan la exposición de los trabajadores informales al coronavirus, garantizar que las personas contagiadas tengan acceso a atención médica, proporcionar un ingreso y una ayuda alimentaria a las personas y sus familias y que prevengan los daños causados en el tejido económico de los países más afectados por la pandemia.