Coronavirus: Con pancartas invitan a tomar conciencia y a no salir de casa
Los habitantes aledaños a las distribuidoras farmacéuticas esperan que con los mensajes se eviten las aglomeraciones. También aplauden a trabajadores.
‘Quédate en casa, recuerda que vas a contagiar a tu familia. Por un Guayaquil sano’, reza el cartel escrito a mano y pegado en la ventana de una vivienda ubicada en las calles Padre Solano y Ximena, en el centro de la ciudad.
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Leer másDebajo de la pancarta se lee otro mensaje: ‘Señor protégenos’, que hace juego con dos imágenes religiosas y la bandera del Ecuador que flamea a la par de la del Puerto Principal.
Adentro de la casa está José Ramírez, quien se asoma y deja notar su indignación por la alta afluencia de personas que llegan desde temprano a las distribuidoras farmacéuticas aledañas, algunos de los usuarios no portan mascarillas e irrespetan la distancia de al menos un metro.
Una situación que ha sido registrada por EXPRESO durante estos días, y que motivó a Ramírez y a su esposa a elaborar estos carteles para que los usuarios y conductores “se detengan a leerlos y hagan conciencia de quedarse en casa, pero es lamentable que no lo hagan”, sostiene.
Sin embargo, se sorprendió cuando su acción fue repetida por otros vecinos y familiares que, asimismo, colgaron carteles con mensajes referentes para evitar las aglomeraciones en este populoso sector.
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Leer másFue el caso de Gabriela Mora, quien habita frente al domicilio de Ramírez. Ella en cambio optó por escribir: ‘Y es que todo es risa, todo es broma hasta que un ser querido contrae la enfermedad y muere’, se detalla en las primeras líneas del papelógrafo que fue colocado en su ventana.
Pero lo que más le preocupa a la estudiante universitaria son las “desesperantes” filas de usuarios en busca de medicamentos. “El sector siempre es concurrido, pero pensamos que por las medidas de control iban a tomar conciencia. Desafortunadamente no ha sido así”, expresa.
Y es que en estas calles, el tráfico tampoco se ha reducido. Es por ello que los residentes también se quejan de los constantes pitidos y que no tengan espacios para estacionar sus automotores.
Ya en el inicio del toque de queda, que rige cuando el reloj marca las 14:00, el panorama cambia. No se observan comerciantes, congestionamientos vehiculares y el silencio reina en las céntricas arterias.
Durante esas horas, algunos vecinos aprovechan para abrir sus ventanas o salir a los balcones para aplaudir la labor de distintos trabajadores, ya sean médicos, bomberos, policías o empleados de Puerto Limpio (consorcio encargado de la recolección de basura en la urbe).
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Leer másJoffre Coello, presidente del Centro de Vivienda del IESS, situado en el cuadrante de las calles Ximena, Padre Solano, Alejo Lascano y Riobamba, aplaude estas acciones que, a su juicio, despiertan el sentido de compromiso de la comunidad ante la situación que atraviesa el país.
No obstante, argumenta que es necesario que las personas acudan a estos establecimientos para comprar las medicinas, pero coincide con sus vecinos en que la mayoría de ellos “no toman las debidas medidas de precaución, ya que todavía es común observar aglomeraciones”.
Una de las soluciones para este problema, a su criterio, es que las autoridades de Salud, Policía Nacional o de la Gobernación del Guayas, realicen operativos de seguridad para así “evitar que este sector se convierta en un foco de proliferación del virus”.
Otro de los habitantes que se suma a los elogios por el trabajo de los vecinos es José Rebolledo, quien reside en la intersección de Ximena y Padre Solano.
Aunque no ha colocado una pancarta o bandera manifiesta que su forma de contribuir para evitar la propagación de COVID-19 en la ciudad es con “un granito de arena: quedarme en casa”.