Quito en amarillo, pero sin camas

Con un posible déficit de una treintena de camas para pacientes con coronavirus en las UCI de la capital, el incremento de casos confirmados, de fallecidos y cadáveres recogidos en calles y domicilios, Quito cambia desde este 3 de junio a amarillo el color en el semáforo.

Según las cifras del Registro Civil, las muertes correspondientes a mayo en Quito son 1.416. Desde el 29 de mayo hasta el 31 hubo un descenso. Hasta ayer se recogieron 43 cadáveres en calles y domicilios de Quito. En total por COVID-19 en la provincia hubo 311 muertos hasta ayer y 4.087 casos confirmados.

Con ese panorama, el alcalde de Quito Jorge Yunda apela a la responsabilidad ciudadana en la higiene, uso de mascarillas, distanciamiento, lavado de manos y buenas prácticas de salud para el retorno a las actividades. Ayer, en una reunión virtual del Concejo Metropolitano de Quito, los concejales escucharon el avance de los preparativos para retomar determinadas actividades. Se señaló que están listos los protocolos para conservar las distancias mínimas en espacios públicos, en paradas de bus, al interior de establecimientos como tiendas, restaurantes, cafeterías, señalización. 

El COE determinó que en amarillo a los restaurantes se les permite atender al público, con el 30 % del aforo. Además, se alistaron mensajes para campañas de concientización, ciclovías emergentes, ferias comunitarias itinerantes con puntos de espera en el exterior, comercio en espacio público. El objetivo es reactivar actividades económicas y productivas con zonas de ubicación seguras. El Municipio apunta al fortalecimiento de los emprendimientos locales, las tiendas de barrio, entre otras cosas.

Uno de los sectores que vuelven este día es el de transporte interparroquial, intercantonal e intraprovincial en cantones colindantes. En las terminales de La Ofelia, La Marín y Río Coca se habilita el servicio, que funcionará hasta con el 50 % de aforo. En Quitumbe y Carcelén se instalaron cámaras térmicas para medir la temperatura a quienes ingresen por los andenes de desembarque.

El amarillo moderado, que inicia este miércoles, implica que el toque de queda se reduce a ocho horas, desde las 21:00 hasta las 05:00. La circulación vehicular será de acuerdo con el último dígito de la placa. Así, los lunes, miércoles y viernes, placas impares; y los martes, jueves y sábados podrán circular las placas pares, según lo dispuso el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional. Esa instancia estableció además que en amarillo los taxis convencionales, ejecutivos y el transporte de carga liviana y mixta podrán circular todos los días, conforme el último número de placa, par e impar.

En el caso del transporte institucional, circulará todos los días sin restricción de placa y se deberá priorizar la aplicación del teletrabajo. El COE dispuso que solo para Quito se mantiene el mismo horario y jornada vigentes en el rojo hasta el 15 de junio de 2020, para el trabajo presencial del sector público no esencial.

Mercados como el Mayorista de Quito atenderán hasta las 14:00. Hubo capacitaciones sobre las medidas de seguridad. Ayer los sectores automotor, de estilistas y de los centros comerciales del ahorro pidieron que se les permita regresar a sus actividades con la aplicación de los protocolos de bioseguridad que prepararon.

La Policía también está lista para el retorno. Se mantendrá la presencia de los cascos azules, que van a seguir acompañando en el reparto de kits de alimentos; y en Salud, con la práctica de las pruebas de COVID-19, el control de distanciamiento y la socialización a la comunidad de medidas de higiene y recomendaciones en las tiendas y lugares de comercio, para que cumplan el distanciamiento, informó el comandante del Distrito, Fausto Salinas.

Controles. En Quito se mantienen controles en cinco puntos: Calacalí, Oyacoto, Palugo, Tambillo y el Colibrí. Los 15 fijos salen y se convierten en ocho móviles.

Operativos. Habrá equipos de reacción en cada distrito para hacer operativos de seguridad ciudadana, orden público y control de armas y sitios de conflictividad.

Normalidad. El trabajo policial se normaliza en horario y actividades. Los uniformados volverán a la normalidad con jornadas extendidas de trabajo y más operativos.

Apoyo. La Policía seguirá con el apoyo en operativos de control de mercados y limitando el acceso a sitios con alta concentración de personas. Otros irán a las paradas de buses.