La actriz trabajó en países como México, España, Argentina, Italia, Estados Unidos y Colombia, entre otros.

Corraima Torres, apenada por la situacion que atraviesa su pais

La actriz venezolana debuta en la nueva temporada de “El señor de los cielos”, como una caminante que sale a pie por Colombia en busca de un futuro mejor.

Kassandra, que se transmitió en 180 países, quizás el mayor suceso mundial de la industria venezolana de la telenovela. Ese éxito (1992) le cambió la vida a su joven protagonista, Coraima Torres, quien debutó en esta producción como cabeza de elenco. Trabajó en países como México, España, Argentina, Italia, Estados Unidos y Colombia, entre otros. En la actualidad está en México, contratada por Telemundo Internacional para la séptima temporada de la narcoserie El señor de los cielos, que desde hace dos meses está grabando y cuya fecha de emisión será en octubre. En la entrevista que tuvo con El Universal habló con entusiasmo de su nueva responsabilidad histriónica y de la situación crítica de su país natal.

-¿Qué personaje realiza en El señor de los cielos?

-Como siempre, en El Señor de los Cielos se plasma una parte venezolana, sobre la situación que estamos viviendo. Interpreto a una caminante que sale del país a pie buscando un futuro mejor; o un presente, mejor dicho, porque los venezolanos actualmente no tenemos presente. Mi personaje se llama Rita Peña, quien en esta búsqueda va a tener a la frontera de Estados Unidos con México. Estoy feliz con este rol, no solo porque cambia el registro de lo que he venido haciendo hasta ahora, sino porque plantea el dolor, la angustia y la incertidumbre que pasan los inmigrantes que deben abandonar su país, cualquier país, y los venezolanos en particular. Vivo pendiente de lo que ocurre en Venezuela, y el mundo también debería estarlo: soy venezolana, tengo familia allá y todos los días me levanto con el peso de un país al que están acabando.

-¿Cree que la crisis venezolana está en vías de solución?

-He decidido tener confianza. A pesar de la nube de calamidades en la que nos encontramos, creo que vamos a salir de esto. Aunque estamos con carencia de suficientes argumentos para creerlo ciegamente, hay que apoyar lo que tenemos, lo que está planteado. Estimo que el cambio será progresivo, pero vamos hacia él, es lo que deseo de todo corazón.

-¿Volvería si cambian las cosas?

-No he dejado de ir nunca. Desde el punto de vida laboral no hay nada que se pueda hacer ahora, pero si cambian las cosas y surge algo, lo haría. Lo último que hice en telenovelas fue Cambio de piel en 1998, para RCTV, pero desde entonces volví varias veces para ver a mi familia, aunque tengo tiempo que no lo hago. Tengo mi tía, que vive allá, y un hijo (Nico, de 20 años), estudiante de literatura en Colombia, que es mitad venezolano y quiere a Venezuela. Ha pasado fines de año conmigo allá, siente y se conmueve con lo que sucede, sabe lo que es una hallaca y una arepa. Es un ser humano que conoce en qué planeta vive y las cosas que pasan lo permean y sensibilizan.