Correa se cree sabido, pero la fiscal Diana Salazar es mucho más astuta

La disputa entre la fiscal Diana Salazar y Rafael Correa debe ser una de las más grandes rivalidades políticas que ha habido en la historia moderna del Ecuador. Una disputa que tiene, además, una particularidad: a pesar del desprecio que Correa y sus acólitos (léase correísmo) le expresan llamándola tonta o ignorante, la verdad es que les ha salido una adversaria muy astuta. Mucho más astuta que ellos.

Lo que acaba de ocurrir con el caso Plaga, por ejemplo, es una muestra de lo astuta que puede ser Diana Salazar: cuando no había pasado ni una semana de que el correísmo había lanzado su más reciente ofensiva desde medios internacionales como The Intercept, la fiscal se ha dado forma para bajarles el moco y nuevamente ponerlos en modo defensivo o, más bien, en modo delincuentes. Esto, justo cuando la batalla final está por comenzar: el juicio político en la Asamblea.

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Salazar se las arregló para incluir entre el material que presentó para sustentar el caso Plaga documentos que, evidentemente, son mucho más letales políticamente que procesalmente relacionados con el caso.

Se trata de los documentos que están en la computadora de Jorge Glas y que estaba en manos de su asistente Soledad Padilla, quien rompió su relación profesional con el exvicepresidente cuando se hartó del acoso que sufría de él.

Montándose en el desarrollo del caso Plaga, que tiene que ver con la corrupción entre los jueces, Salazar liberó esos documentos que fueron un mazazo en la cabeza de sus enemigos. Los correístas que estaban con la moral en alto con la pobrísima publicación de The Intercept (no tienen idea de periodismo), han pasado a estar en la defensiva. En pocos días, la temperatura se cambió de paciente: ahora los correístas entraron nuevamente en modo delincuentes cuando tanto esfuerzo habían hecho tratando de que eso le pase a la fiscal.

En el computador MacBook Pro que tenía Glas en la cárcel de Latacunga, cuando estalló lo de Soledad Padilla, no había únicamente una hoja de ruta con todos los recursos posibles para bajar a Salazar del cargo con un juicio político también había documentos sobre un acuerdo entre el expresidente de la Asamblea, Virgilio Saquicela, y el correísmo para repartirse el poder legislativo.

Había además, un escrito en el que la abogada de Glas, Sonia Vera, detallaba el plan, las maniobras y costos de los honorarios de los abogados que incluyeron al exvicepresidente Glas en el fallo de nulidad de las pruebas del caso Odebrecht en Brasil. Es decir, a propósito del caso Plaga que tiene que ver con jueces corruptos, la fiscal logró ventilar documentos que dan cuenta de la corrupción, cinismo y prepotencia de los correístas, sobre todo de una de sus figuras más señeras: Jorge Glas.

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Gracias a esos escritos hallados en el computador que Padilla entregó a la Fiscalía, el apestoso caso de Odebrecht volvió a circular en la conversación nacional y, lo que es peor, poner en duda también la honorabilidad de los jueces brasileños. En ese documento, la abogada de Glas, Sonia Vera, menciona que “gracias a la amistad que tengo con Rodrigo Tacla (quien se encargó de pagar los sobornos de la constructora brasileña Odebrecht)”, el exvicepresidente podría beneficiarse del dictamen favorable del juez Ricardo Lewandowski, del Supremo Tribunal Federal de Brasil, emitido el 28 de junio de 2021 con el que se anularon las pruebas del caso Odebrecht que se usaron para condenar al ahora presidente Lula da Silva.

También se hace mención, en uno de esos documentos, el plan de los correístas por conseguir un peritaje favorable para ellos sobre el cuaderno de Pamela Martínez, que fue una de las pruebas más importantes para la condena de Rafael Correa y Glas. Se sabe que ese peritaje, conseguido gracias al pago que se hizo a un policía perito, no está en el computador, pero también lo tiene la Fiscalía y aparecerá en cualquier momento.

Pero la cereza del pastel es que si bien esos documentos podían haber sido criticados o tildados como falsos por la defensa de Glas, por ejemplo, ahora ya gozan de la certificación de autenticidad de Rafael Correa. En un video de TikTok, donde el prófugo aparece guapacheando hecho el gracioso para desacreditar y humillar a Soledad Padilla, confirma no solo que esos documentos existen, sino que el contenido es cierto. ¡Bingo, lo volvió a hacer! Definitivamente Salazar es mucho más astuta.

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