El corredor 2 divide a la ATM y Obras Publicas
800 buses circulan diariamente por el corredor 2, que comprende las calles Los Ríos y Esmeraldas.
El corredor 2 (circuito Esmeraldas - Los Ríos) divide en el Municipío los criterios de Obras Públicas y la Autoridad de Tránsito. El punto del desencuentro se centra en los daños que presentan ambas vías en su infraestructura, por donde circulan unidades del Sistema Integrado de Transporte Urbano (SITU).
De acuerdo con la versión que le dio a EXPRESO Jorge Berrezueta, director de Obras Públicas del Municipio, esas calles no fueron diseñadas para soportar la rotación continua de los 800 buses que circulan por la zona, desde que desde 2017 se ha agrupado una veintena de líneas en las calles Los Ríos y Esmeraldas.
En cambio, la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM), a través de un comunicado, argumenta que los daños en la calzada responden a la calidad del asfalto. “Los mismos daños se ven en (la calle) Aguirre”, alega.
Las grietas, huecos y hundimientos que hacen tambalear cada año a los vehículos que transitan por ese corredor han sido justificados, en otras ocasiones, por el alcalde saliente, Jaime Nebot, con dos excusas: el agua y la mala calidad del asfalto. Esta vez, el Cabildo reconoce una sospecha que ya habían adelantado en este Diario expertos en temas viales.
“En Esmeraldas y Los Ríos hay un problema. Allí se metieron unas líneas de buses que tienen un tráfico muy pesado en comparación a lo que había antes. Esas calles no estaban preparadas para recibir a los buses. Esa ya fue una decisión tomada aparte de mandar allí los buses sin que la vía esté capacitada”, asegura Berrezueta.
La Autoridad de Tránsito no reconoce que se haya equivocado en la reubicación de nuevas líneas en este corredor vial.
“¿Dígame cuándo no han pasado líneas de buses por esas calles?”, pregunta a su vez Freddy Granda, jefe de Planificación de la ATM. “Como autoridad de Tránsito no hemos hecho nada improvisado”, justifica. Además, explica que los daños que suceden cada tanto en las calles Los Ríos y Esmeraldas responden a la dificultad de ejecutar arreglos por la estación lluviosa.
“Este año se sacó el material viejo y se compactó con material reciclado. Y las lluvias se encargaron de saturar la base y la sub-base del material. Esa saturación nos ha obligado a quitar todo el material porque estaba dañado, inundado con agua, y con el paso de los buses se hizo una mezcla de todo. Sacamos todo ese material y estamos volviendo a arreglarlo”, explica.
Granda, además, admite que todos los inconvenientes de construcción por el invierno podrían solucionarse con la colocación de concreto en el corredor vial de buses 2, con la finalidad de que este material sea el que soporte el paso de los cientos de colectivos que prestan el servicio en esas calles del centro de la urbe.
“Queremos proponer al Municipio que tome en cuenta, dentro de su presupuesto, que los carriles de Los Ríos y Esmeraldas, por donde circulan los buses, sean de hormigón rígido. Hay que buscar financiamiento, calculo unos $ 4 millones”. Agrega que aún no han expuesto al Cabildo la idea de la pavimentación, pero asegura que prevén hacerlo pronto.
Berrezueta coincide con Granda en que la colocación de hormigón en los carriles por donde pasan los buses es la solución a una situación repetitiva, que arruina tanto la ornamentación como los neumáticos de los vehículos. Sin embargo, justifica que, de momento, no existen los recursos económicos necesarios asignados en el presupuesto anual.
Fernando Amador, director de Transporte Público de la ATM, no habla sobre soluciones, pero sí se sorprende de la posición de Obras Públicas con respecto al corredor vial 2. “Desconocía la posición de ellos”, dice.
Agrega que el motivo de que estas calles se dañen más que las otras responde a la colocación de paraderos de buses. “Con las paradas ordenadas hay una concentración de carga en ciertos puntos, es lo que pasa”.
Vicente Albornoz, morador del centro, critica la falta de acuerdos entre el Municipio y la ATM, y hace hincapié en el malgasto que se seguirá haciendo si no se aplican los cambios que incluso las autoridades ya reconocen, pero no ejecutan. “Estas calles estuvieron diseñadas para vehículos livianos, ellos lo saben. Y ni siquiera se necesita ser ingeniero para saber el malgasto que se está haciendo”, expresa.
Por su parte, Urbano Caicedo, director de la carrera de Ingeniería Civil de la Universidad Espíritu Santo (UEES), concuerda con Berrezueta en que Los Ríos y Esmeraldas no fueron diseñadas para soportar el flujo de vehículos pesados, pero es enfático en recordar al Cabildo su responsabilidad en la construcción de infraestructura vial necesaria para la transportación en la ciudad.