Racionamientos de agua podrían complicarse más en Ambato
Crisis hídrica amenaza a 350 mil habitantes. Existe disminución drástica de caudales en represas clave
El estiaje y los cortes de energía están llevando al límite la capacidad de distribución de agua potable en Ambato. En la actualidad, 80 mil de los 90 mil usuarios de la Empresa Pública de Agua Potable y Alcantarillado de Ambato (EMAPA) reciben el servicio por horas, y la situación podría empeorar si no llueve en las próximas semanas.
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“La situación es crítica”, asegura Marcelo Pinto, gerente de EMAPA. Según explicó, solo la zona centro de la ciudad, que se abastece por gravedad, recibe agua con normalidad.
En el resto de la ciudad, el suministro depende de estaciones de bombeo, de las cuales nueve están afectadas. Además, los caudales de las principales represas, Mulacorral y Chiquihurcu, han disminuido considerablemente: de 300 a 85 litros por segundo en la primera y de 300 a 200 en la segunda.
“Si en 78 días no llueve, el agua se entregará por horarios en toda la ciudad, ya no de manera continua”, advirtió Pinto, quien también resaltó la importancia de que la ciudadanía cuide el recurso.
Ante la disminución del 30% en el suministro y la falta de agua en zonas como el norte y el sur de la ciudad, el Comité de Operaciones de Emergencia cantonal activó un plan de contingencia, en especial en Cunchibamba, donde la situación llevó incluso a manifestaciones como el cierre de la Panamericana Norte por comuneros.
Esto incluye el uso de tanqueros y la instalación de “puntos azules”, tanques de 1.000 a 5.000 litros, donde los ciudadanos pueden abastecerse.
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Leer más“No es posible vivir sin agua tanto tiempo”, comentó María Guachamín, residente de la zona, quien a la vez mencionó que por la falta de agua potable llegaron a la desesperación de potabilizar el agua de riego para el consumo.
La alcaldesa de Ambato, Diana Caiza, hizo un llamado a la ciudadanía a utilizar el agua con responsabilidad. “Estamos trabajando con todos los sectores para evitar que la crisis se salga de control, pero necesitamos que todos aporten”, señaló.
En tanto, el COE se mantiene en sesión permanente, evaluando la situación y elaborando un informe sobre el impacto del estiaje en las parroquias rurales y urbanas.
Entre las acciones inmediatas se incluye la entrega de asistencia humanitaria a las zonas más afectadas, también se exigió a la Empresa Eléctrica, de la cual Ambato es accionista, que no corte el fluido eléctrico en las estaciones de bombeo, ya que eso complica más la distribución del agua.
La crisis hídrica no solo afecta a los hogares, sino también al riego agrícola. Carlos Tabares, director de Recursos Hídricos del Gobierno Provincial de Tungurahua, indicó que las represas Mulacorral y Chiquihurcu están al 50 % de su capacidad. “Si el estiaje continúa, habrá racionamientos progresivos también para el riego”, afirmó.
Narcisa Jerez, agricultora de Condoragua, zona rural de Ambato, relata cómo esto ha cambiado su rutina: “Antes teníamos agua constantemente, pero ahora hay turnos cada 15 días. La tierra está tan seca que no alcanza para las siembras. Es muy preocupante”.
La incertidumbre sobre las lluvias- en sectores urbanos y rurales- coloca a la comunidad en un panorama de escasez que podría recrudecer si el clima no da tregua. “Es el momento de unirnos como comunidad y actuar con responsabilidad utilizando muy bien el recurso”, concluyó Pinto.