Cortocircuito ‘apagó’ la Navidad en 15 hogares
Tres explosiones fuertes se registraron a la 01:24 del lunes. Incendio afecta un sector de pequeños puestos en Babahoyo
Sonia Vargas quería despertar de la pesadilla que vivió ayer, debido a que su puesto de disfraces navideños estaba envuelto en llamas. La mujer, con más de 25 años dedicada a la actividad comercial, se desmayó al escuchar por teléfono la explosión que empezó a la 01:24 de este lunes 12 de diciembre de 2022, en las calles Eloy Alfaro, entre 5 de Junio y 10 de Agosto del cantón Babahoyo, provincia de Los Ríos.
Babahoyo: fue a dejar a sus hijas con su exconviviente y lo mataron
Leer másSegún el jefe del Cuerpo de Bomberos de Babahoyo, coronel León Pablo Mancheno, el fuego se habría iniciado, presumiblemente, por un cortocircuito que empezó en el primer puesto improvisado, cerca de la avenida 5 de Junio. En la zona se habían instalado unos 15 locales junto a la pared de la Unidad Educativa Juan E. Verdesoto.
La explosión empezó cuando las llamas contaminaron la pirotecnia que estaba almacenada en la zona. Fueron cerca de 45 minutos de estallidos continuos con mediano y alto alcance que despertaron a los habitantes de las viviendas cercanas en varias manzanas a los alrededores.
Quienes pasaban a esa hora de la madrugada por el lugar empezaron a documentar con sus celulares todo lo ocurrido y el guardia del sector fue quien se encargó de comunicar del incidente a cada uno de los propietarios de los locales comprometidos por el fuego.
Sonia estaba dormida y cuando recibió la noticia. Lo primero que hizo fue avisarle a su esposo, quien ya se había ido a hornear pan en la panadería donde labora. Horas después, la comerciante madrugó al sitio y al ver que todo estaba reducido a cenizas empezó a llorar en presencia del personal de limpieza.
Muere una joven de 22 años, tras accidente en moto
Leer más“El 21 tengo que pagar 300 dólares del préstamo que hice para comprar la mercadería. Tenía 200 dólares ahorrados ahí guardados y también se quemaron”, lamentó la comerciante.
Elsa Sánchez, otra de las personas damnificadas, relató que no quería ni pasar por el lugar porque le daba nostalgia de todo lo que ahí perdió. “Trabajo en la confección de disfraces navideños y hasta las máquinas de coser se quemaron ahí dentro. Recién la semana pasada me fui a comprar más mercadería con un dinero que presté y ahora me quedé sin nada”, declaró llorando.
El alcalde de Babahoyo, Carlos Germán, informó que los locales tenían el permiso para la venta de artículos navideños, pero no para el expendio de material pirotécnico. “Hemos tratado de ayudarlos y ahora buscaremos un sitio más amplio para reubicarlos”, añadió el burgomaestre.
Luisa Saona se sentó en una silla plástica frente a su puesto de venta de artículos navideños, esperando que todo sea mentira. La adulta mayor tenía fe de que este año iba a recuperar todo lo invertido, pero se quedó sin nada. “Los bomberos no se abastecían para apagar las llamas y todo se quemó rápidamente”, relató la afectada.
En medio de los escombros buscaban algo que quizá haya podido salvarse, pero todo estaba inservible, convertido en escombros. Cuadernos, árboles de Navidad y luces se derritieron con las llamas que alcanzaron unos cinco metros de altura. También estaban los voladores y las tortas pirotécnicas que explotaron durante el incendio.
El habitante Leonardo Guillén reclamó a las autoridades que otorgan los permisos de funcionamiento. “Ellos son los culpables porque esto es una bomba de tiempo. En temporada escolar esto es puro papel... Gracias a Dios no hubo víctimas”, enfatizó el comerciante, que vive al frente de donde se registró la explosión.
Luego del percance, ven una salida
Por parte de la Gobernación de Los Ríos se enlistó a los afectados en el incendio para ofrecerles créditos al 1% en la entidad bancaria estatal. La policía, por su parte, delegó la investigación al personal de Criminalística para que remita un informe a la Fiscalía. En pocos minutos, quince locales de venta de artículos varios quedaron en cenizas, así como daños en el techo de una carreta de comidas rápidas y en la estructura de la escuela cerca a la cual estaban los puestos.