Cotopaxi: 21 recintos electorales se activaron en el simulacro electoral
Durante el simulacro los uniformados de Fuerzas Armadas y Policía Nacional simularon la presencia de un objeto sospechoso
En Latacunga, la delegación del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Cotopaxi realizo el primer simulacro electoral que buscaba mucho más que verificar equipos y tiempos de votación. Fue un ensayo de la democracia misma, una prueba para que nada falle cuando los ciudadanos acudan a expresar su voluntad en las urnas el próximo 9 de febrero.
Eduardo Toaquiza, director del CNE en Cotopaxi dijo que durante el simulacro verificaron que la logística en 21 recintos electorales no tenga inconvenientes. “Simulamos el tiempo que le toma a un ciudadano votar y evaluamos el transporte del material a los lugares más alejados”, explicó. Hasta el momento no existe fecha de la llegada del material electoral a la provincia.
Escenarios de seguridad
En el recinto electoral emblemático de Latacunga, un grupo de militares se movía con precisión. Un simulacro de amenaza de bomba exigía respuestas rápidas. El teniente coronel Gabriel Castillo, jefe del Grupo de Fuerzas Especiales Patria dirigía las operaciones con voz firme pero serena. “Recibimos una alerta y evacuamos a todos de inmediato”, explicó mientras señalaba los procedimientos seguidos. Un perro especializado recorrió la zona, buscando indicios del supuesto explosivo. No hubo peligro real, pero Castillo sabía que la práctica era esencial.
“Esto nos prepara para lo inesperado”, reflexionó. Dijo que con ejercicios previos se demuestra que existe un compromiso profundo con la seguridad de los votantes. “Si el día de las elecciones ocurre una amenaza real, nuestro personal está listo para responder”, aseguró Castillos. Las Fuerzas Armadas tienen planes para todo: desde desastres naturales hasta incidentes violentos.
Nelson Sánchez, gobernador de Cotopaxi llegó para observar el simulacro dijo que está consciente de que la seguridad es la columna vertebral de la confianza en las elecciones. “Estamos aquí para garantizar que cada voto sea respetado. Coordinamos con la Policía, los municipios y todos los actores necesarios”, explicó.
El compromiso de las autoridades y los voluntarios resonaba en cada detalle: la colocación precisa de las papeletas, la revisión de listas, las instrucciones claras para evitar errores. Sin embargo, la verdadera prueba vendrá el día de las elecciones. Los desafíos no solo serán logísticos, sino también humanos: la confianza, el respeto y la responsabilidad serán los protagonistas. “Invitamos a todos los ciudadanos a participar con civismo”, dijo Castillo. “Acudan ligeros, sin mochilas ni cargas innecesarias, para facilitar la seguridad de todos”.
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