Cotopaxi: lluvias dan un pequeño respiro a la sequía y los cortes de energía
Desde el viernes en la tarde se registran lluvias en varios de los cantones de la provincia
Con la llegada de las lluvias, existe un respiro para las autoridades ante el estiaje que se registra en la provincia, siendo los cantones más afectados Pujilí y Latacunga. En el caso de Pujilí, se están registrando racionamientos de agua, y para suplir esta necesidad, los bomberos de la localidad están entregando agua a través de tanqueros.
En Latacunga, en cambio, hay suministro de agua para un mes, debido a la sequía de la laguna de Salayambo, una de las fuentes hídricas del cantón. En este caso, las autoridades confían en que las lluvias continúen para que la laguna recupere su caudal y no se suspenda el suministro de agua al 40% de la población.
Desde la planta de Alcoceres, se distribuye el servicio de agua potable en Latacunga en los siguientes lugares: San Felipe Alto, Santa Rosa de Pichul, Loma Grande, Los Arupos, Universidad Técnica de Cotopaxi, Campo Verde, Nueva Vida, La FAE, La Cocha, Isimbo 1 y 2, San Martín, Las Bethlemitas, El Cisne, Tiobamba y Locoa. Desde esta planta también se distribuye agua potable al Centro de Privación de Libertad Cotopaxi.
Ana Quishpe, directora del área de agua potable del municipio de Latacunga, explicó que la laguna de Salayambo está casi a la mitad de su caudal normal. Aunque la laguna de Piscacocha está llena, su capacidad solo permitiría operar la central de Illuchi por un mes más. “Se espera que en este mes llueva para que Salayambo pueda llenarse nuevamente y tengamos la disponibilidad del recurso hídrico”, señaló.
Para mitigar los efectos de una posible crisis, Quishpe anunció la disposición de tanqueros en caso de que la situación empeore, solicitando el apoyo de los bomberos, la brigada Patria y la prefectura para garantizar su operatividad.
Con la llegada de las lluvias, se han reducido los riesgos de incendios forestales, y los focos de incendio han sido apagados en su totalidad.
Cortes de energía
José Chicaiza, comerciante del Mercado Cerrado, tiene la esperanza de que con la llegada de las lluvias se reduzca el número de horas de cortes de energía. Por ejemplo, la semana pasada tuvieron cortes de hasta 14 horas, mientras que para esta semana se prevén cortes de 10 horas.
Para poder vender sus productos, como frutas, tuvo que adquirir una planta eléctrica y combustible para su funcionamiento, lo que incrementa su presupuesto, mientras que las ventas están bajas. “La gente no viene a comprar y eso nos preocupa porque tenemos que pagar el arriendo de los puestos”, dijo.
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