COVID-19 en 2021: Repunte sostenido de casos con hospitales llenos
En el nuevo año persiste la falta de diagnóstico y testeo, igual que hace diez meses. El alza del número de infectados eleva también el de fallecidos.
La situación es preocupante y la perspectiva es peor. El 2021 encuentra a la ciudad y al país con un repunte sostenido de casos de COVID-19, que tiene al tope a los hospitales y que aún espera los efectos de la presencia de la variante del virus detectada en el Reino Unido, con una mayor capacidad de contagio.
En contrapartida, a dos semanas de iniciado el 2021, aún persisten las falencias en la contención del virus señaladas desde que se declaró la crisis sanitaria en el país hace diez meses: no se hacen pruebas de testeo ni suficientes de diagnóstico, necesarias para aplicar la principal estrategia de los países que han tenido un mejor control de la pandemia: detectar casos a tiempo y aislar.
“La forma más eficaz para salvar vidas es romper la cadena de transmisión y para hacer eso hay que hacer pruebas y aislar”, decía Tedros Adhanom Ghebreyesus, el director general de la Organización Mundial de la Salud, en marzo de 2020.
“No se puede apagar un incendio con los ojos cerrados”, comparaba, para resaltar la importancia de las pruebas. Sin embargo, eso es lo que menos ha hecho Ecuador y continúa debiendo diez meses después.
“Caminando a ciegas”, corrobora con otro símil el director de Investigación de la Universidad Tecnológica Equinoccial (UTE) y magíster en Salud Pública y en Epidemiología clínica, Daniel Simancas Racines.
“No fortalecimos la vigilancia epidemiológica, no tenemos un sistema de rastreo, de pruebas masivas; estamos muy vulnerables, caminando a ciegas, tratando de enfrentar a un virus que no sabemos dónde está”, dice a EXPRESO, al explicar por qué, diez meses después de su inicio y ya en 2021, la pandemia sigue siendo incontrolable para el país.
Lejos de prevenir y detectar infectados a tiempo, los datos que se manejan son los de sus consecuencias: hospitalizados, ocupación de unidades de cuidados intensivos (UCI)y, lamentablemente, de decesos.
“En el último fin de semana y hasta el martes pasado, el incremento de pacientes en Guayaquil fue mayor. La ocupación de las UCI es de 100 % y la hospitalización está por encima del 80 % en áreas de Covid”, reseña a este Diario el director de la mesa técnica de Salud del Municipio porteño, Carlos Farhat.
Una herramienta que habría que fortalecer con todas las instituciones involucradas es el aumento de las pruebas confirmatorias. El Municipio lo ha hecho con la adquisición de pruebas de antígenos. Hay que fortalecer ese pilar básico.
La cifra de fallecidos también subió de un promedio de 3 pacientes por día en septiembre; a 8,7 por día, según datos del domingo 10 de enero. A su criterio, esto significa que el comportamiento de la enfermedad en los últimos días “se ha vuelto más agresivo”.
La ocupación total de camas de UCI también la tiene el hospital Luis Vernaza, de la Junta de Beneficencia. Y hay pacientes en Emergencia que están a la espera de una de ellas, describe el jefe del área de Medicina crítica y Terapia intensiva, Luis González Zambrano.
Es una situación que se mantiene desde la última semana de diciembre. Y aunque ya desde septiembre empezaron a ver un repunte, tener pacientes en espera es algo que no ocurría desde meses atrás.
González recuerda que los enfermos que ingresan a UCI es porque tienen un cuadro muy delicado. De allí que el promedio de decesos sea del 30 %, un porcentaje algo mayor que los de otras patologías.
Y aunque ese porcentaje no ha aumentado; en cifras absolutas reconoce que, si hay un mayor número de pacientes en UCI, proporcionalmente también aumenta el de fallecidos.
Algo que también lo corroboran las funerarias, que han visto elevar su número de servicios por día, según publicó el miércoles pasado este Diario.
Es difícil predecir qué va a pasar en los siguientes días, pero mientras la población en general no entienda que esto no ha terminado, que esto sigue siendo grave, el riesgo de que esto no baje, es alto.
En las unidades del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), la situación es similar. La primera semana de enero así lo dio a conocer el presidente del consejo directivo de la entidad, Jorge Wated.
Y su previsión era de que en esta semana se verían los resultados de las aglomeraciones y reuniones sociales que hubo por la festividad de fin de año.
Este miércoles, la subdirectora de Vigilancia y Gestión de la Información del Sistema de Salud del IESS, Mayling Encalada, confirmó la previsión y extendió ese plazo. “No solo son dos semanas: hay un periodo de incubación de 15 días. Tenemos una semana más en que podemos esperar un importante aumento de casos”, advierte.
Encalada, al igual que los otros consultados, cita la incidencia negativa del comportamiento social de la población, que relajó las medidas de prevención y mostró desacato a las restricciones y recomendaciones dispuestas a final de año.
De allí que, sumados ambos factores, su perspectiva para los próximos días sea un agravamiento de la situación. “Solo basándonos en el periodo de incubación, todavía podemos esperar un mayor número de casos durante la presente y la próxima semana”, manifiesta.
En medio de este complejo y preocupante panorama, Farhat destaca algo positivo tras diez meses de pandemia: la experiencia y conocimiento adquiridos. Cita medicamentos que se administraban al principio y ahora se sabe que no actúan contra la enfermedad; la dosificación correcta; los tratamientos que funcionan, entre otros.
En cuanto al manejo político, dice con diplomacia que ha sido “polémico”. Y aclara que los gobiernos locales han dependido de las resoluciones del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional, liderado por el Gobierno central.
“Hay un campo legal sobre el que nos debemos mover. Pero si usted examina lo que hacen otros países, se dará cuenta de que mantienen medidas de restricción exactamente igual a las que planteamos”.
Efectivamente, se identifica que en diciembre y ahora en enero hay un incremento de casos confirmados y sospechosos. Es importante anotar que habrá un porcentaje de la población que no va a presentar síntomas.
Al respecto, Simancas rescata algunas “intenciones” de las autoridades locales, sobre todo, de Quito y Guayaquil, para ir hacia un incremento de pruebas de diagnóstico, de rastreo de contagios, la implementación de carpas de atención y los muestreos para detectar a pacientes asintomáticos.
“Pero son realmente acciones muy aisladas, no hay un plan nacional de control de la enfermedad”, lamenta.
A su criterio, “si no hay una política nacional, una política clara, si el mensaje sale tergiversado o ambiguo, la relajación por un proceso de vacunación que no se lo avizora rápido ni efectivo, la gente se relaja más y tenemos las consecuencias que estamos viendo”.
Una situación que, según el también epidemiólogo Farhat, demanda decisiones políticas radicales. “Creo que es el momento para tomar medidas que, aunque parezcan más fuertes, son necesarias”.
Así también lo ve Simancas: “No se descarta la posibilidad de que en la siguiente semana debamos recurrir a medidas más fuertes por no haber hecho rastreo y diagnóstico”.
Así, el 2021 comienza con una grave situación sanitaria y este dilema para el Gobierno.
Estamos lejos de una inmunidad colectiva y necesitamos las vacunas para aumentar el número de las personas con anticuerpos. La vacuna es la luz al final del túnel, pero de un túnel muy largo que durará un año o un año y medio, en el mejor de loa casos.
A CONTINUACIÓN, UN BREVE REPORTE POR PROVINCIAS
SANTA ELENA: LAS UCI LLENAS DESDE HACE DIEZ DÍAS
Las once camas de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital Liborio Panchana, de Santa Elena, están copadas desde hace más de diez días. Es el único centro del Ministerio de Salud que atiende pacientes graves de COVID- 19 en esta provincia. Allí se encuentran hospitalizados otras 23 personas con la enfermedad. La preocupación es enorme porque si uno de ellos se complica no podrá ingresar a la UCI. (Reporte de Joffre Lino)
MANABÍ: LAS CAMAS DE HOSPITALES ESTÁN AL LÍMITE
“Las camas están al límite y Manabí sigue siendo un problema muy serio en temas de salud”, dijo el ministro Juan Carlos Zevallos. Hasta el jueves, los datos oficiales arrojaban 15.983 positivos, 1.341 fallecidos y otros 1.062 con probabilidad de la COVID -19.
Carlos Intriago Solórzano, médico especializado en patologías respiratorias, se mostró preocupado y dijo que aún falta ver los resultados de las fiestas de fin de año, caravana de Barcelona y otras festividades locales. (Alejandro Giler)
LOS RÍOS: LAS AUTORIDADES TEMEN COLAPSO
En el hospital del Seguro Social de Babahoyo las 34 camas de hospitalización de COVID-19 están ocupadas y el área de la Emergencia empezó a saturarse. En el resto de hospitales de la provincia el panorama es similar. La atención se prioriza y se deriva a las unidades médicas de Quevedo y Babahoyo, según el cuadro que presenten los pacientes. Pero las autoridades temen un posible colapso de los hospitales que podría desencadenar en la suspensión de la atención para otras emergencias que no sean COVID-19. (Tatiana Ortiz)
AZUAY: ARMAN UN PLAN PARA AGREGAR CAMAS
Hasta el jueves, la ocupación de camas de UCI de la red de salud pública sobrepasaba el 98 %. En los hospitales privados era de 89 %. Azuay ocupa el cuarto lugar con 15 mil casos acumulados después de Guayas, Pichincha y Manabi.
El coordinador de la Zona 6 del Ministerio de Salud Pública, Julio Molina, anunció que aplicarán un plan de contingencia para aumentar el número de camas UCI. (Jaime Marín)
EL ORO: MÁS ÁREAS PARA ATENDER LA COVID-19
Machala, capital de la provincia, es la ciudad con más contagiados. Las camas de UCI, en sus dos hospitales públicos, están a tope con entre el 95 % y 100 %. La coordinación zonal 7 de Salud alista un plan de contingencia que comprende la ampliación de áreas de Covid-19, reduciendo las de otras patologías, para atender la demanda
Gabriela Luzuriaga, funcionaria de Salud, informó que 1.042 personas están de manera activa con el virus y 7.450 se han recuperado. (Fabricio Cruz)
TUNGURAHUA: HASTA CINCO DÍAS DE ESPERA POR UNA CAMA EN UCI
Tungurahua pasa de 7 mil contagiados de Covid-19 y cada semana aumentan de manera considerable, aseguró Fernando Viteri, responsable zonal de Gobernanza de la Salud. En las primeras semanas de enero se registraron 905 nuevos contagios, cuando hasta inicios de diciembre tenían hasta 175. No hay disponibilidad de camas UCI. Existen en lista de espera 21 personas. “Se debe mantener la burbuja familiar. Si en una casa están tres o cuatro e invitan a almorzar a alguien, ahí ya hay un riesgo”, afirmó. (Yadira Illescas)