Crece la desconfianza por los ultimos robos en La Aurora
En Entre Ríos. Los residentes denuncian robos de accesorios de autos en los exteriores de la iglesia y los estacionamientos con parquímetros.
No es el primero ni último caso reportado en lo que va del año. En la parroquia La Aurora, de Daule, son varios los residentes y visitantes que se quejan de que el número de robos ha aumentado.
Uno de los últimos asaltos ocurrió la noche del sábado en una panadería de La Aurora. Dos hombres, uno de ellos armado, ingresó al local alrededor de las 21:30 para llevarse $ 900 (la ganancia del día). No fueron más de 20 segundos, precisó una de las vendedoras, que lamenta que “por falta de control policial y sobre todo de una Unidad de Policía Comunitaria cercana” este tipo de hechos se estén generando.
“Los policías que vinieron luego del robo nos dijeron que tenemos que tener paciencia, pues solo hay dos agentes asignados para dar rondas en un vehículo en toda la zona. O sea que si hay dos atracos a la vez no pueden atender a ambos”, reveló otra de las trabajadoras que, por seguridad, solicitó a EXPRESO no publicar su nombre.
Según las comerciantes, el principal problema es el aumento de negocios, que no se compensa con la asignación de más policías. “Aquí hay locales que se quedan abiertos hasta tarde. Desde el sábado, recién hoy (jueves) vimos pasar a un motorizado”.
Meses atrás, agrega Sandy Murrieta, quien habita en la ciudadela Matices, en el mismo sector, dos hombres en moto les arrancharon las pertenencias a los vecinos. “Yo estaba en el carro esperando a mi hijo y vi cómo se llevaron las carteras de tres mujeres”. Es una lástima, aclara. Y coincide en que el desarrollo comercial de la zona (hoy allí se pueden ver más tiendas y negocios), lastimosamente la “ha vuelto atractiva para los maleantes”.
En Villa Club también creen que hay un aumento de delitos. Ximena Mantilla, residente de la etapa Doral, cuenta a EXPRESO que, en lo que va del mes, ella ha sido testigo de tres robos que se han producido en la avenida León Febres Cordero, mientras las personas esperan los buses.
“No recuerdo haber visto a ningún policía rondando por aquí. Ni en bicicleta, ni en moto. Y los delincuentes también se dan cuenta de eso, en las noches se vuelve peligroso y la gente prefiere salir en estos taxis informales que están aquí en la entrada”, menciona.
Sin embargo, en el entorno ese no es el único problema que se percibe. En La Puntilla, solo en julio pasado fueron sustraídas de una vivienda de la urbanización Vista al Parque, joyas valoradas en $ 60.000, que estaban en el interior de una caja fuerte.
Según las investigaciones, los sujetos ingresaron en un carro alquilado, pero con una tarjeta de residentes. “Se presume que pudo ser clonada. Detectamos que en esa urbanización no había mucho control en el acceso, ni con la entrega de esas tarjetas”, explica el coronel Víctor Ordóñez, jefe policial de Samborondón.
Luego de robar en esa vivienda, los asaltantes ingresaron a otras dos.
Un caso similar se registró en la etapa Estela, de Ciudad Celeste. Allí, otras tres casas fueron robadas por presuntos trabajadores de obra.
“Estaban adentro por una construcción y buscaron casas de fácil acceso. Se llevaron artefactos, consolas de vídeo, laptos, tabletas. Subieron por la pared. Se presume que fueron los obreros porque al día siguiente ya no fueron a trabajar”, precisa Ordóñez.
El oficial menciona que en julio sí hubo un aumento de 5 casos, en comparación del año pasado, pero que en lo que va de agosto, han disminuido tres.
Respecto a los hechos, los habitantes han tomado medidas para fortalecer sus vecindarios. En Villa Club, Vista al Parque, El Río y Matices, por ejemplo, se está trabajando en conjunto con la Policía. Reciben charlas y capacitaciones. En todas asimismo han hecho las sugerencias para que haya un incremento del patrullaje interno en las urbanizaciones.
Los vecinos se anticipan a los hechos
En la etapa Omega de la ciudadela Villa Club, a fin de mejorar el control, la administración -desde hace dos meses- crea situaciones ficticias para medir el desempeño de su personal de seguridad. “Le pedimos a clientes fantasmas que vengan e intenten entrar o hagan problemas para ver qué tan seguro estamos y qué tipo de herramientas necesitan nuestros guardias para protegernos”. Además, explica Byron Duque, presidente del Comité, cada miércoles ambos (guardias y directorio) se reúnen para analizar las anomalías observadas. DSZ / CBS