Antonio Goncalves
Gobierno. El ministro Antonio Goncalves abandonó su cargo luego de que, antes de presentar su renuncia, comunicó que los apagones volverían a ser de 10 horas.EXPRESO

Los autogoles oficiales que lesionan a la comunicación

Muchos voceros sin un norte provoca ruidos en la comunicación. Información clara escasea. La credibilidad está en juego

Populismo mediático. Inconsistencias. Incoherencias. La forma en cómo el Gobierno Nacional está manejando la comunicación política para los politólogos consultados por EXPRESO podría conllevar a una crisis. No obstante, ¿qué le pasó al nuevo Ecuador resuelve (eslogan gubernamental que ahora comparte tarima con otro: Ecuador uniendo esfuerzos)?

En inicio del estado de excepción, las personas acataban más el toque de queda.

La corta memoria de los ecuatorianos nutre el discurso de Daniel Noboa

Leer más

Que todo fue “una desconexión temporal”, que esto es “un sabotaje”, que la culpa la tiene “una zarigüeya”; pite, en casos de emergencia. Que “Ecuador no tendrá más apagones”, que sí los tendrá. Varios son los mensajes contradictorios que el Gobierno, desde sus vocerías, ha emitido en torno a la crisis energética. A pesar de ello, ¿qué demuestran estas dinámicas?

Para Juan Carlos Valarezo, experto en Ciencias Políticas y catedrático de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, estos discursos nacen de la necesidad que tiene el régimen de querer conectarse con la masa, con el pueblo. A pesar de ello, lo que ha conseguido es desconectarse del sentir de su público objetivo: los jóvenes.

Es que ellos no solo están cansados de la clase política tradicional, sino también de las incoherencias de estas disposiciones, visualiza la politóloga Tatiana Quinga. Esto, porque si en la mañana del 9 de octubre, el titular del Ministerio de Energía y Minas anunciaba un aumento de las horas sin energía eléctrica, por el estado crítico de las hidroeléctricas, más tarde, el funcionario renunciaba. Luego de unas horas, la misma cartera de Estado disponía que por el apoyo a un partido de fútbol, el corte se suspendería, lo que demuestra, indica, que no solo no sabe administrar la crisis y que no comprende las preocupaciones del pueblo: trabajar, conseguir dinero y no el distraerse con un deporte popular.

PODRÍA INTERESARLE: Reformar la Constitución, el comodín electoral de Noboa

La vulgarización del mensaje es parte de la decadencia que tenemos; eso se puede ver en los efectos de la información que dan y su influencia en la opinión pública.

Juan Carlos Valarezo

Politólogo y docente de la PUCE

¿Para qué maneja así la comunicación?

Todo esto está generando una decadencia de su imagen en la opinión pública al distorsionar la realidad, manifiesta Valarezo. Por lo que se cuestiona si el Gobierno de Noboa “¿tiene asesoría en cuanto en comunicación política?”.

A juicio de Pedro Donoso, analista político y director general de Icare Inteligencia Comunicacional, el Gobierno tampoco tendría el control total de la administración de la crisis. Eso, lo demuestra con sus acciones para “salir al paso” y, a su vez, al generar falsas expectativas en la población. Además, indica, no sabe anticiparse a la crisis, más aún cuando tenía conocimiento de que el estiaje no solo sería en abril, sino que la falta de energía que habría en los meses que en el sur del país no llueve. Sin embargo, no se anticipó.

LE SUGERIMOS LEER: El sueño de las disposiciones transitorias constitucionales

Hay una confusión dentro del manejo estatal sobre cómo funciona el Estado y el aparataje estatal -lo cual es bastante grave-, y de cómo debe manejarse la comunicación.

Tatiana Quinga

Politóloga

Con esos argumentos, lo que trataría es ver la manera de camuflar sus errores con otras acciones, consiguiendo distraer la atención de la ciudadanía, analiza Valarezo. No obstante, a su vez, lo que el régimen también buscaría es deslindarse de responsabilidades, manifiesta Valarezo. Pero al hacerlo, banaliza la situación intencionalmente o no.

Resultados del mal manejo de la comunicación

Sin embargo, al no gestionar la comunicación adecuadamente, Quinga vaticina que estos actos van a provocar escenarios de crisis, es decir, que el Gobierno perderá legitimidad y credibilidad. Aunque hay que tener en cuenta, expone Donoso, que la ciudadanía lo único que podría perdonarle son los errores en la comunicación, pero no faltar a la palabra, como al decirles que no va a cortar la luz por el partido, pero igual lo hace; o que el ministro asegure de que no va a haber apagones, pero al final sí los hay.

LEA TAMBIÉN: La representatividad en la Asamblea discrepa con el número de partidos

Este Gobierno tiene un problema en la gestión de la política en general, pero sobre todo del poco control de la gestión política de la comunicación, por un exceso de vocerías.

Pedro Donoso

Analista político

Esto se da porque la vocería no estaría bien direccionada, subraya Quinga. Además, porque tampoco quieren emitir una información adecuada, clara y transparente para que la ciudadanía tenga conocimiento de la realidad de la situación energética, demostrando que, en lo que va del Gobierno, no saben cómo funciona el aparataje gubernamental, apunta la politóloga.

Por lo que, si una vez el régimen quiso crear el imaginario de que este es un gobierno que resuelve, de mano dura, que toma decisiones, que tiene un presidente con pantalones, que se mete a una embajada, enumera Pedro Donoso, finalmente los dichos lo han ridiculizado. Entre ellos, lo que dijo Henry Tapia, comandante del Distrito Metropolitano de Quito: usar pitos en casos de emergencia, ya que durante los apagones no valdrían las alarmas comunitarias. Cita lo que expone Umberto Eco, en su libro ‘El nombre de la rosa’: “no se puede temer a algo que se puede burlar”.

LE INVITAMOS A LEER: Las organizaciones políticas no logran independizarse económicamente del Estado

"El nuevo Ecuador" es una de las frases usadas por Daniel Noboa.

El Gobierno visto como un producto propagandístico en Ecuador

Leer más

Además, lo que está consiguiendo es la vulgarización del mensaje político, dice Valarezo; “al unirse a la tendencia de ir hacia el populismo mediático para identificarse con la gente”. Pero lo que logra es el pesimismo social, enuncia Quinga.

A la par de esto, Donoso expone que otras funciones del Estado son cómplices en la construcción de sus narrativas. A su criterio, sin la participación de la Fiscalía, Noboa no hubiese podido construir las narrativas de atentados y boicots.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!