Cristina Ortega, la corona la hizo adulta
La reina de Cuenca le aseguró a EXPRESIONES que con este certamen ha tenido el mayor cambio en su vida.
Apenas cumplió 18 años su vida cambió por completo. Pasó del anonimato a ser un nombre conocido en su ciudad. Su ligera vida universitaria se vio llena de actividades que, además de las académicas, contendrían una serie de reuniones, eventos y beneficencia.
Cristina Ortega está en la recta final de su año como reina de Cuenca, uno en el que admite ha sido el de mayor crecimiento de su vida. “Ha sido un año muy duro, de muchos sacrificios, pero de una experiencia enriquecedora. He conocido mucho sobre Cuenca, a su gente”.
Ahora a sus 19 años (los cumplió el 10 de agosto) se muestra muy segura, aunque es tímida y se toma tiempo para responder las preguntas de EXPRESIONES.
Ella habla mucho de su edad. Se siente joven, pero también adulta. La corona llegó en el momento justo en el que su adolescencia la convertía en mayor de edad, y ese proceso aceleró su estilo de ver las cosas. “Me convertí en adulta con este reinado y ha sido un año que me ha cambiado en extremo. He madurado muchísimo. Aprendí a ser muy cuidadosa y muy prudente en lo que se dice y lo que se hace. A sobrellevar los problemas y ver los otros puntos y lados de la sociedad”, comentó.
Su lado más irreverente lo dominó. Y lo comenta con detalle. “Mi ímpetu rebelde creo que no está. Tengo 19 años y es una edad en la que se tiene muchas fiestas, amigos. He sabido llevarlo bien y en calma. Todo tiene su tiempo. La verdad no creo que me he haya perdido de nada, he ganado mucho más”. Cristina comenta, entre risas, que sus amigos la apoyaron mucho en este año. “Sí, hacían planes más tranquilos. Ya no íbamos a fiestas, ahora todos para sus casas”.
El 23 de octubre será la nueva elección. Ella se queda con la satisfacción de haber crecido como persona y como ciudadana.
Después del reinado
Queda un poco más de un mes para que deje la banda y la corona y su vida se vuelva un poco más normal. Pero ella ya tiene planes. Ser meticulosa es una de sus virtudes y nunca deja nada sin planear un poco. “Quiero seguir en la labor social y con mis estudios. Cuando entré al reinado lo que quería era hacer labor social y ahora que tengo muchos contactos con fundaciones puedo ayudar a más personas”.
Su carrera es Ingeniería de la Producción, una carrera que se vincula con la intención de crear un negocio y sus procesos productivos, por lo que ser emprendedora es su principal sueño. “Me encanta cocinar, por eso me gustaría pronto tener un negocio junto a mi mamá. Mi almohada dice que me arriesgue. Sería algo con la repostería”.
Lo que opina
Su trabajo en la Fundación Reina de Cuenca está estrechamente ligada a la ayuda y soporte a las madres adolescentes. “Hemos hecho muchos talleres de emprendimiento para las chicas porque no se trata de solo darles regalos, sino de que tengan muchas más herramientas para sus vidas y sacar adelante a sus hijos”.
Sobre la ley que despenaliza el aborto en caso de violación, ella dice que no está a favor ni en contra.
Cuenca para ella no sería nada sin su catedral. “Uno piensa en ella y se ubica en la ciudad”.