Coronavirus: La cuarentena liquidó a las pequeñas empresas
Se tambalean los negocios grandes. Según líderes de gremios, no se resiste un día más sin laborar. Crece el desempleo
El sector productivo no resiste un día más sin producir, la falta de liquidez está provocando que los negocios pequeños quiebren y que los grandes empiecen a tambalearse. Es la visión que tienen los líderes gremiales consultados por EXPRESO: Javier Díaz, presidente de la Asociación de Industriales Textiles del Ecuador; Holbach Muñeton, presidente de la Federación Nacional de las Cámaras Provinciales de Turismo; André Obiol, presidente de la Asociación Hotelera del Ecuador; Caterina Costa, presidenta del Comité Empresarial Ecuatoriano; Carlos Castellanos, presidente de la organización de comercios minoristas; y Patricio Alarcón, presidente de la Cámara de Comercio de Quito.
MINUTO A MINUTO / Coronavirus en Ecuador y el mundo: todas las noticias actualizadas.
La situación económica está tan apremiante que hay empresas que están cancelando la mitad del salario, por la falta de ingresos. Los despidos de los colaboradores es algo que no se ha logrado evitar. “Urge que el Gobierno busque soluciones y no solo se dedique a escuchar lo que ocurre. El ministro de Finanzas, Richard Martínez, ya ni nos atiende”, dijo Muñeton.
Para tener una idea de cómo está afectando la crisis económica, bastó con escribir un mensaje en un chat para tener más de una historia de las personas que ya están sin empleo.
Trabajadores denuncian más despidos en medio de la Emergencia Sanitaria #Covid19
— CONAIE (@CONAIE_Ecuador) March 31, 2020
140 trabajadores de Confiteca fueron despedidos y en este momento realizan plantón para exigir sus derechos laborales, urge medidas de amparo para trabajadores despedidos en medio de la crisis. pic.twitter.com/6HAxYn1Xlq
María José Jiménez tiene 35 años de edad y de ella dependen sus dos hijos y sus padres. “No olvidaré el martes 31 de marzo. Ese día cuando me despidieron del trabajo, enfrentaba los síntomas más fuertes de COVID-19. Ahora estoy esperando que me liquiden como es justo”, relata Jiménez. Ella cuenta que tiene 17 años de experiencia como docente. En su último trabajo como directora y profesora de música incrementó los alumnos de 16 a 63 alumnos.
Jiménez dice que está desesperada y que solicita a las autoridades del ministerio de Trabajo que en derecho ordene una liquidación laboral justa en su caso, una aspiración que tiene toda persona que ha sido despedida de su empleo en el tiempo de la cuarentena.
Lo que se ha visto hasta ahora es que la fuerza laboral informal, por vivir de lo que gana cada día, no se pudo quedar en casa. Mientras que las empresas formales han obedecido, pero han llegado al tope de lo que podían resistir.
Si no se busca una forma de empezar a producir, serán pocas las compañías que puedan mantenerse en pie.
"HASTA FEBRERO LA CAÍDA DE LAS VENTAS YA ERA DE MENOS O,2 %"
Entrevista a Caterina Costa, presidenta del Comité Empresarial Ecuatoriano
- ¿Cuánto tiempo más resiste la industria sin trabajar?
- Es algo difícil de responder, porque es necesario considerar 2 situaciones: en primer lugar, desde antes que empezara la emergencia sanitaria, la economía ecuatoriana en general ya experimentaba un proceso de estancamiento en su desempeño, lo cual en 2019 se vio reflejado en un crecimiento de apenas 1,1 % del total de ventas (locales y hacia el exterior), mientras que en el período enero-febrero de 2020 dichas ventas se contrajeron en 0,2 % respecto al mismo período del año previo.
Por otro lado, es necesario considerar las diversas realidades que se presentan en la industria ecuatoriana, por ejemplo, a la fecha existen más de 5.950 empresas dedicadas a la actividad manufacturera, de las cuales el 75 % son micro y pequeñas empresas (empresas cuya facturación anual no supera el millón de dólares), y que a su vez son responsables de más de 35.000 puestos de empleo directo, equivalentes al 14 % del total de puestos de empleos generados por la actividad manufacturera nacional, y cada una de estas micro y pequeñas empresas deben afrontar, en promedio, un pago mensual aproximado de $ 3.875 para cubrir el total de su nómina de trabajadores, lo cual para un gran segmento de estas micro y pequeñas industrias que actualmente se encuentran en su totalidad paralizadas, bien podría representar la pronta quiebra, esto sin considerar otros costos y gastos que dichas industrias deben cubrir como son pagos de deudas bancarias, saldos pendientes de pagos a proveedores, entre otros elementos.
Coronavirus: los empleos que dan un respiro a quienes pierden sus trabajos en medio de la pandemia
Leer másLas micro y pequeñas industrias ecuatorianas reportan un gasto anual de sueldos, salarios y beneficios sociales superior a los $ 208 millones, es decir un gasto promedio mensual de $ 17,29 millones, que representan a su vez el 28 % del total de costos y gastos en los que incurren estas industrias en su proceso productivo.
Definitivamente, la emergencia sanitaria ha generado diferentes escenarios y problemas para la actividad empresarial y de negocios a nivel nacional, y aunque hay sectores y zonas geográficas que se han visto mayormente afectadas porque se han visto en la obligación de una completa paralización de actividades, es importante no perder de vista el hecho de que todo proceso productivo implica una serie de encadenamientos que involucra a múltiples proveedores -incluso de la micro y pequeña industria- a lo largo de las actividades de producción y comercialización, de manera que si no se evita el menor cierre posible de industrias y negocios, esto acarrearía un contagio de quiebras a nivel de las diferentes empresas que comenzarían a experimentar problemas en sus cadena de abastecimiento y acceso a bienes y servicios utilizados en sus procesos productivos.
- ¿Cuáles son las secuelas económicas que ya hay?
- Todavía no existen cifras definitivas respecto al impacto ya generado por esta emergencia sanitaria, se conoce que varias empresas se han visto forzadas ya a ciertos recortes de personal, esto en el marco de lo legal y como consecuencia de problemas de liquidez que ya venían enfrentando desde antes del inicio de las medidas de aislamiento social. Por otro lado, en marzo a nivel de bancos privados se registró una caída de 3% en los depósitos captados por el sistema de bancos privados, esto como consecuencia inmediata de la paralización de actividades que se dio en la 2da mitad de marzo.
- ¿Qué solución puede haber?
- De parte del sector privado, es necesario que las empresas desde ya busquen establecer los debidos protocolos de seguridad e higiene que les garantice un reinicio de actividades con la menor exposición a riesgos posible, además de que incorporen a su planificación de procesos y negocios la nueva realidad de mercado a la que se enfrentan, donde se tiene a un consumidor más preocupado por su salud, y con un mercado que seguramente reducirá su consumo ordinario de ciertos bienes y servicios (por ejemplo, actividades como las de los cines, bares, gimnasios y otros que involucren concentración de personas).
Por parte de las autoridades públicas, es importante que deban contribuir a garantizar protocolos de sanidad a nivel de la población, generando medios para que todos los ciudadanos puedan ir retornando a la normalidad de sus actividades sin exponerse al virus, como por ejemplo a través de normativas y protocolos para la transportación urbana, estableciendo zonas de menor y mayor riesgo a nivel de las ciudades, y generando planes de circulación para la carga de mercancías e insumos productivos.
La autoridad pública, en especial el Gobierno, debe estar consciente también que debe apoyar a la liquidez de las empresas en general, ya que no solo se pone en riesgo a la estabilidad de las empresas en sí, sino también a los puestos de empleo que estos generan, a las familias que dependen de esos ingresos laborales, y a la economía en sí.
"SE ESTIMA QUE SE HA DESPEDIDO A UN 50 % DEL SECTOR TURÍSTICO"
Coronavirus en Ecuador: Los niños están fuera del plan de reactivación
Leer más“La industria del turismo podía resistir unos 37 días. Hay hoteles que al despedir a sus empleados han tenido que pagar con la comida que tenían en la bodega, por la falta de liquidez”, responde a EXPRESO Holbach Muñeton, presidente de la Federación Nacional de las Cámaras Provinciales de Turismo, al preguntarle cuánto más puede resistir el sector sin trabajar.
La respuesta es clara: las empresas de turismo no resisten un día más y por eso empiezan los despidos y hay negocios que están en un cierre definitivo. Así lo explica André Obiol, presidente de la Asociación Hotelera del Ecuador.
Obiol agrega que un 30 % del área de restaurantes no tendrá la capacidad para volver a abrir. A nivel de operadoras de turismo, las más pequeñas están con problemas y las grandes están despidiendo al personal, por la falta de cruceros. Se estima que la recuperación empezará recién en el 2022.
A nivel de líneas aéreas, unas están devolviendo los aviones alquilados; otras han cancelado las nuevas adquisiciones de naves. “Si todo va bien, en el mundo las aerolíneas volverían a trabajar en agosto. En América Latina se estima que en octubre”, dice Obiol. En el área de transporte turístico, “las más pequeñas han anunciado cierres y han puesto a la venta su flota”.
Los líderes del sector concuerdan en que no es posible resistir un mes más sin producir, “porque entonces habrá más despedidos”. Según las cifras del Ministerio de Turismo, el sector en el 2019 dio empleo a 477.382 personas. De este número, Obiol estima que ha sido despedido un 50 %.
“Entonces urge encontrar una solución. Las pérdidas hasta abril están cerca de los $ 700 millones”, calcula Muñeton.
"DEBEMOS TRABAJAR LA PRÓXIMA SEMANA"
La industria textil no soporta más prórrogas. Según sus representantes, las empresas deben comenzar a trabajar la próxima semana para evitar la quiebra. El problema es que la mayoría de cantones donde están ubicadas esas empresas quieren mantenerse en semáforo en rojo.
Javier Díaz, presidente de la Asociación de Industriales Textiles del Ecuador (AITE), explicó que mantienen reuniones con los alcaldes de ciudades como Cuenca y Quito, para exponer un plan de reactivación que respeta todas las normas de bioseguridad.
Además, enfatiza, sus primeras producciones están enfocadas en atender la emergencia sanitaria.
En ese campo entra la elaboración de mascarillas reutilizables. Las textileras agremiadas a la AITE lideran la fabricación del insumo con materiales certificados que garantizan la protección de los usuarios.
Esos productos se venderán en farmacias, cadenas de autoservicios y hasta en tiendas de barrio.
Díaz recuerda que para cumplir con esa producción y con la de otros equipos de vestimenta de seguridad, deben operar las industrias y sus cadenas de producción. Y para eso requieren el visto bueno de las alcaldías.
El sector, por su parte, se compromete a garantizar la salud de sus colaboradores. AITE cuenta con planes probados de seguridad sanitaria en las plantas de sus socios. Esto, porque algunas compañías han mantenido actividad para proveer a hospitales y casas de salud.
LOS LOCALES MINORISTAS CAEN EN LA DESESPERACIÓN
Veinticinco obras se analizan en el plan piloto para la construcción
Leer más#Covid19Ec: Los despidos laborales implicarán el incremento de la informalidad, que no descansa ni siquiera con la crisis sanitaria.
— Diario Extra (@DiarioExtraEc) April 18, 2020
Es uno de los sectores más golpeados por la emergencia sanitaria. El comercio minorista no tolera más días sin ventas. Sus representantes advirtieron que habrá quiebras masivas y cierre de locales sino se reactiva de forma paulatina la circulación de ciudadanos. Ellos expresan su preocupación por la salud de los ecuatorianos pero reconocen que viven al día y no cuentan con ahorros para mantener a sus familias sin el trabajo cotidiano.
Carlos Castellanos, presidente de la organización de comercios minoristas, reclama por otros problemas. Entidades financieras y prestadoras de servicios siguen cobrando por sus servicios aunque la emergencia impide el desarrollo de actividades que generen dinero para cumplir con las obligaciones. Es un doble problema, dijo, por un lado no se generan ingresos y por otro continúan los gastos.
Los locales como papelerías, gabinetes de belleza, ferreterías y otras tiendas no pueden abrir porque no son considerados prioritarios. Si el semáforo rojo se mantiene, significa que esos comercios deberán seguir cerrados.
Las #Pymes y los #Autónomos seremos muy afectados por la crisis del #Covid_19 ... Podría suceder la quiebra o cierre de muchos negocios... en #Ecuador faltan medidas para proteger la economía del #Emprendimiento 👉🏼 El desempleo también subirá.
— Jorge Ruiz (@JorgeRuizCrespo) March 17, 2020
En el aspecto macro la situación también es compleja. Patricio Alarcón, presidente de la Cámara de Comercio de Quito, señaló que hay riesgo de cierre de negocios por la falta de actividad. La cámara, como gremio, tiene programas de bioseguridad para sus socios.
Alarcón explica, por ejemplo, que solo se permitiría la apertura de empresas que puedan garantizar la toma de pruebas para detectar el coronavirus a todos sus empleados. También, los propietarios de esas empresas deben ofrecer un servicio de transporte para todos sus trabajadores. Esos requisitos, más la entrega de equipos de bioseguridad, son indispensables.
Coronavirus: Menos de 1 % del sector de la construcción va a retornar a trabajar en las obras
Leer másLos líderes gremiales esperan que las autoridades municipales entiendan la complejidad económica que enfrentan y ofrezcan alternativas para reactivar paulatinamente los negocios.
Y no se refieren solo a los alcaldes de los 221 cantones del Ecuador. Tal como informó EXPRESO, esta semana, los empresarios esperan que el gobierno del presidente Lenín Moreno cumpla con su parte del trabajo y no se desligue de las obligaciones. Es un desacierto del Gobierno, dijo Alarcón, que se transfiera la responsabilidad de decisión, sobre el retorno paulatino a las actividades con distanciamiento social, a los municipios. Eso, porque los gobiernos locales no están en capacidad de responder por los sistemas de salud y atención médica. Esa es competencia del Ejecutivo y del Ministerio de Salud.
Es, entonces, un tema de corresponsabilidad entre el Gobierno nacional, la supervisión de los municipios y el trabajo del sector comercial y productivo.